Extracto extraído el
libro "Sexo, Tantra y Taoísmo" de
Jorge Raúl Olguín
Parte 1
La
palabra Tantra está formada a su vez por dos: TANOTI,
que es la explicación detallada sobre Tattva (Los
Principios que constituyen la Existencia), cuya raíz es
Tan, que significa “expansión”, y TRAYOTI, que es
la constitución del Mantra (Fórmulas Místicas), con su
raíz Tra o “liberación”, y por último TRANAT, que
encierra la liberación. Por ello la Ciencia del Tantra
representa en una primera definición, la expansión de la
mente por la liberación de la energía, y en el mismo
sentido, en la segunda definición, la expansión de la
mente sobre los siete niveles de conciencia y la
liberación de la energía de las dimensiones densas de la
materia. Tantra es el sistema por el cual Shakti (La
Energía Primordial) es liberada de la mente.
¿Qué es lo que libera
el Tantra? El Tantra libera la energía que está en la
mente ¿Cómo la libera? Expandiéndola. ¿Qué es una
expansión? El desarrollo de la armonía del cuerpo y la
mente, de la salud física y mental. Alinear el Tan, se
diría en el Vyayam, alinear la expansión, que todos los
núcleos de la fuerza se expandan al unísono. Esta es la
base del Tantra, sin esto no es posible avanzar.
Las escrituras del
Tantra necesitan ser explicadas y desentrañadas por un
Maestro. A pesar de la gran cantidad de libros sobre el
tema, sólo un maestro puede transmitir el conocimiento
que se encierra en esta tradición, y sobre todo su
práctica y ritual, en gran parte secreta.
Tantra es el recurso
para poder convertir una cosa en otra. La alquimia de la
existencia. Transforma algo sin valor en algo valioso,
sintetiza multitud de opciones y las concentra en el
propio ser humano. No rechaza nada mundano, ya que todo
puede ser transformado en algo valioso. Es un proceso
por el cual un hombre puede cortar de raíz todo aquello
que esclaviza la mente.
Parte 2
Un tántrico tiene que crear primero
las bases del carácter, es decir, del control de las
emociones, de los estímulos, obteniendo un conocimiento
y experiencia, para poder establecerse en aquello que le
afirma. Sin un intenso anhelo de alcanzar la liberación,
la enseñanza del Tantra no podrá alcanzar frutos. Todo
eso está en el Tan, el núcleo de la capacidad de la
energía o poder (shakti) que hay en tí, que forma tu
identidad, el núcleo de tu personalidad, lo que tú eres,
y eso debe ser expandido, desarrollado, tanto en el
campo humano como en el espiritual y físico. No podemos
separar nuestro cuerpo de nuestra mente y nuestro
espíritu. Hay que expandirse en todos los campos de la
vida.
No es «más tántrico» meditar, hacer
vyayam o japa, que hacer bien tu trabajo, comer
correctamente o abrazar bien a otra persona. Por eso el
Tantra abarca todos los ordenes de la vida, el
conocimiento, el arte, la medicina, etc.
Tantra es liberar la
limitación condicionante que aísla un aspecto de shakti
de otro aspecto de shakti, expandiendo la naturaleza de
una de esas manifestaciones, para asociarlas y
unificarlas. Así como dos gotas de agua al unirse
pierden su forma sin dejar de ser agua (agua como imagen
de la consciencia cósmica). Percibir que la esencia está
más allá de las formas, se encuentra en el espíritu. Es
más fácil encontrar esa esencia en una unión de dos o
más personas, que en cada una de ellas aisladamente.
En el concepto
tántrico del sexo, la unión del sexteto que forman la
mente, el cuerpo y el espíritu de dos personas (que
recibe el nombre de shatkona y se representa por la
unión de dos triángulos), se expresa en la fusión
consciente del paramaithuna.
La visión del Tantra
es la felicidad, porque ésta no depende de las cosas en
sí mismas, que sólo acarrean la decepción al estar
condenadas a la muerte. Si se ata la felicidad a cosas o
personas, se ata al estado de ser de esa cosa o persona,
pero si uno se asocia y no pone ahí su eje, se disfruta
de los momentos álgidos, y cuando mueren los dejamos sin
apego.
Incluso para aquellos
que aman, la pasión tiene que ser espiritualizada por la
conciencia. Debemos buscar la belleza igual que la
espiritualidad. Muchas veces aquello que más apariencia
tiene, es lo que está más vacío. Por eso, para verlo,
tenemos que cerrar los ojos, para que la forma no nos
ciegue ni nos engañe.
Parte 3
Tantra no trata
únicamente del potencial sexual humano. Es acerca del
potencial humano en todos los niveles: espiritual,
físico, emocional y energético. A causa de que fué
reprimido for muchísimos años existe una gran confusión
hoy sobre que es realmente Tantra. Hay varios tipos de
Tantra y muchos significados de la palabra. En esta
página presento algunos de los puntos de vista de Tantra
y sexualidad tántrica.
La mayoría de las
personas no tienen en claro lo que es Tantra realmente y
que puede hacer por ellos.
Probablemente el
punto de vista más común es que Tantra tiene cierta
conección con religión oriental, sexo desinhibido y con
las posiciones para hacer el amor, definidas en el Kama
Sutra (antíguo manual hindú. Para algunos, Tantra es un
culto al amor libre, un movimiento que sobrevivió a la
psicodelia de los 60; para otros es terapia sexual de la
espiritual New Age, parte del estilo de vida
californiano, una parte de la cultura pop de los 90.
Ninguno de estos
puntos de vista están equivocados o son incorrectos,
pero ninguno explica que es realmente Tantra en la
actualidad.
Así entonces...¿Qué es Tantra? ¿Qué
significa? Y lo más importante de todo... ¿Qué
relevancia tiene para nosotros?.
La palabra Tantra es
de origen sánskrito, el lenguaje sagrado del hinduismo.
Deriva de la raíz "tan" que se puede traducir como:
"extender", "expandir", "desparramar", "continuar", ,
"ola", "avanzada", "demostración", "manifiesto". Igual
que el universo que habitamos, el Tantra está
continuamente expandiéndose. desparramándose y
manifestándose a sí mismo igual que una "honda cosmica"
hecha de distintas energías. Nosotros somos parte de esa
honda como nuestros ancestros, todo tipo de vida y todo
tipo de energía y materia. Esto incluye: pensamiemtos,
acciones y toda la materia física.
En una relación
sexual, el Tantra enseña que se puede canalizar la
energía positiva del varón a través del chakra sacro o
sexual de la mujer.
Algunas definiciones de Tantra:
A causa de que Tantra
es un sujeto místico, es casi imposible de definir,
incluso eminentes entendidos han tenido dura tarea para
definir Tantra en la actualidad. Las distintas
explicaciones indican una naturaleza multifacética.
Tantra es una ciencia espiritual, con ella nosotros
decubrimos partes nuestras dormidas o que han sido
reprimidas. Con Tantra una energía es liberada y
refrescada. Nosotros podemos aprender por emplear esa
energía por placer, por alcanzar nuestras metas mundanas
y alcanzar nuestra evolución espiritual.
Familiarmente con el
Tantra podemos ayudar a una persona a disfrutar de la
vida, llenarla. Ello puede ayudar a revertir culpas y
temores, romper con autoimposiciones o ataduras
culturales y nos guía en nuestra busqueda de soluciones.
Tantra nos enseña a estar mas familiarizados con nuestra
naturaleza mística y cuando lo hacemos expandimos
nuestros limites. Nos hacemos poderosos, mas llenos y
más perfectos.
El diccionario de uso
común nos descubre lo que es Tantra. Una palabra
sánskrita, Tantra es a veces traducida como principio
líder, parte esencial, modelo, sistema, marco de
referencia, doctrina, regla, teoría, trabajo científico,
también como: orden, parte principal, regla, autoridad,
ciencia, trabajo místico, formulas mágicas, significado,
expediente, estratagema, medicina." Finalmente, Tantra
es a veces definida como "un tipo de enseñanza mística
agrupada mayormente en forma de diálogos entre una
pareja cósmica, diálogos íntimos llenos de entendimiento
entre dios y diosa, Shiva y Shakti, el varón y la mujer
de los adeptos tántricos, los que a veces fueron
escritos en los libros que conocemos como Tantras.
Naturalmente estos diálogos, son íntimos, incluso
secretos sexuales y también otros fascinantes tópicos.
Tantra ha sido bien
probada a través de años, no en los laboratorios
mundanos pero sí en los laboratorios del cuerpo humano
por Yoguis cientistas y Lamas tibetanos quienes no se
conducían por fines comerciales pero sí por el deseo de
ganarse la sabiduría espiritual y la liberación. Sus
observaciones y descubrimientos han sido trasladadas a
nosotros.
La escrituras
sagradas hindúes y budistas conocidas como Tantras
proveen detalladamente instrucciones sobre un amplio
rango de tópicos, incluyendo sabiduría espiritual,
tecnología y ciencia. Su contenido es también
paradójico. En Tantra, ciencia y misticismo, van mano a
mano, como lo hacen sensualidad y asceticismo. Justo
como los tratados de ciencia avanzada son dificultosos
de comprender para el lego, así los tradicionales
Tantras requieren de adecuada preparación antes de poder
entenderlo con propiedad.
Tantra no trata
únicamente del potencial sexual humano. Es acerca del
potencial humano en todos los niveles: espiritual,
físico, emocional y energético. A causa de que fué
reprimido for muchísimos años existe una gran confusión
hoy sobre que es realmente Tantra. Hay varios tipos de
Tantra y muchos significados de la palabra. En esta
página presento algunos de los puntos de vista de Tantra
y sexualidad tántrica.
La mayoría de las
personas no tienen en claro lo que es Tantra realmente y
que puede hacer por ellos.
Probablemente el
punto de vista más común es que Tantra tiene cierta
conección con religión oriental, sexo desinhibido y con
las posiciones para hacer el amor, definidas en el Kama
Sutra (antíguo manual hindú. Para algunos, Tantra es un
culto al amor libre, un movimiento que sobrevivió a la
psicodelia de los 60; para otros es terapia sexual de la
espiritual New Age, parte del estilo de vida
californiano, una parte de la cultura pop de los 90.
Ninguno de estos
puntos de vista están equivocados o son incorrectos,
pero ninguno explica que es realmente Tantra en la
actualidad.
Así entonces...¿Qué
es Tantra? ¿Qué significa? Y lo más importante de
todo... ¿Qué relevancia tiene para nosotros?.
La palabra Tantra es
de origen sánskrito, el lenguaje sagrado del hinduismo.
Deriva de la raíz "tan" que se puede traducir como:
"extender", "expandir", "desparramar", "continuar", ,
"ola", "avanzada", "demostración", "manifiesto". Igual
que el universo que habitamos, el Tantra está
contínuamente expandiéndose. desparramándose y
manifestándose a sí mismo igual que una "onda cósmica"
hecha de distintas energías. Nosotros somos parte de esa
onda como nuestros ancestros, todo tipo de vida y todo
tipo de energía y materia. Esto incluye: pensamiemtos,
acciones y toda la materia física.
En una relación
sexual, el Tantra enseña que se puede canalizar la
energía positiva del varón a través del chakra sacro o
sexual de la mujer.
Algunas definiciones de Tantra:
A causa de que Tantra
es un sujeto místico, es casi imposible de definir,
incluso eminentes entendidos han tenido dura tarea para
definir Tantra en la actualidad. Las distintas
explicaciones indican una naturaleza multifacética.
Tantra es una ciencia espiritual, con ella nosotros
decubrimos partes nuestras dormidas o que han sido
reprimidas. Con Tantra una energía es liberada y
refrescada. Nosotros podemos aprender por emplear esa
energía por placer, por alcanzar nuestras metas mundanas
y alcanzar nuestra evolución espiritual.
Familiarmente con el
Tantra podemos ayudar a una persona a disfrutar de la
vida, llenarla. Ello puede ayudar a revertir culpas y
temores, romper con autoimposiciones o ataduras
culturales y nos guía en nuestra busqueda de soluciones.
Tantra nos enseña a estar mas familiarizados con nuestra
naturaleza mística y cuando lo hacemos expandimos
nuestros limites. Nos hacemos poderosos, mas llenos y
más perfectos.
El diccionario de uso
común nos descubre lo que es Tantra. Una palabra
sánskrita, Tantra es a veces traducida como principio
líder, parte esencial, modelo, sistema, marco de
referencia, doctrina, regla, teoría, trabajo científico,
también como: orden, parte principal, regla, autoridad,
ciencia, trabajo mistico, formulas mágicas, significado,
expediente, estratagema, medicina." Finalmente, Tantra
es a veces definida como "un tipo de enseñanza mística
agrupada mayormente en forma de diálogos entre una
pareja cósmica, dialogos íntimos llenos de entendimiento
entre dios y diosa, Shiva y Shakti, el varón y la mujer
de los adeptos tántricos, los que a veces fueron
escritos en los libros que conocemos como Tantras.
Naturalmente estos diálogos, son íntimos, incluso
secretos sexuales y también otros fascinantes tópicos.
Tantra ha sido bien probada a
través de años, no en los laboratorios mundanos pero sí
en los laboratorios del cuerpo humano por Yoguis
cientistas y Lamas tibetanos quienes no se conducían por
fines comerciales pero sí por el deseo de ganarse la
sabiduría espiritual y la liberación. Sus observaciones
y descubrimientos han sido trasladadas a nosotros.
La escrituras
sagradas hindúes y budistas conocidas como Tantras
proveen detalladamente instrucciones sobre un amplio
rango de tópicos, incluyendo sabiduría espiritual,
tecnología y ciencia. Su contenido es también
paradójico. En Tantra, ciencia y misticismo, van mano a
mano, como lo hacen sensualidad y asceticismo. Justo
como los tratados de ciencia avanzada son dificultosos
de comprender para el lego, así los tradicionales
Tantras requieren de adecuada preparación antes de poder
entenderlo con propiedad.
Parte
4
Iniciación tántrica en Occidente
El buscador
sincero encuentra siempre bastante indicaciones y ayuda
para seguir su vía con éxito.
La iniciación tántrica en Occidente
plantea un problema, expresado en la carta siguiente:
«Muy interesado en el Tantra, he leído una abundante
literatura sobre el tema y considero que este modo de
ser y de pensar es el más audaz que conozco. Sin
embargo, no he intentado nunca una iniciación, por temor
a la imagen de marca difundida en Occidente del Tantra
como "yoga sexual", que lo identifica con una serie de
acrobacias lúbricas y que da origen a muchos
charlatanes. De modo que me permito preguntarle donde
podría abordar esta práctica con serenidad, o encontrar
a personas dignas de confianza».
En realidad el
problema existe, y aumentará en la medida en que el
Tantra vaya ganando terreno. A causa de la reputación de
lubricidad que atribuyen a los tántricos sus enemigos, a
causa también de la discreción de los verdaderos
tántricos, hay individuos turbios que, bajo la cubierta
del Tantra, se entregan —y se entregarán— a prácticas
más que dudosas, Y esto también en la India, pues los
auténticos gurúes tántricos allí son escasos y además la
hostilidad ambiental los hace esconderse. Desconocidos
por el público, es muy difícil encontrarlos.
¿Es una situación sin salida? No,
pues creo que es posible transmitir por escrito lo
esencial del pensamiento y de las prácticas del Tantra;
sino ¿cual es el sentido de esta nota? Existen buenos
libros sobre el Tantra, pero lamentablemente, en cuanto
se trata de la práctica concreta enmudecen, lo cual,
dentro de todo, es mejor que publicar tonterías. Una
información correcta es en mi opinión la mejor defensa
contra los falsos gurúes actuales y permite ir muy lejos
en la vía tántrica sin otra ayuda.
Sin embargo, cuando
un número suficiente de adeptos estén preparados, será
posible la iniciación completa y concreta en silencio y
con discreción. En este sentido, algunas reglas
acompañan a toda iniciación auténtica: siempre es
individual y sólo se produce después de una minuciosa
preparación física y psíquica frecuentemente de muchos
meses de duración. Y todo en un contexto espiritual
auténtico.
Desde siempre el gurú
ha sido el pilar del Tantra, sobre todo en la Vía de la
Izquierda, en la que su relación con el discípulo
alcanza una intensidad y una intimidad que sólo pueden
comprender los que la han vivido. Como con las fresas,
para qué hablar: comiendo una sola se aprende más sobre
su sabor que con todos los tratados del mundo. Sin
embargo, si bien es imposible transmitir la experiencia
misma, describirla ayuda a distinguir al verdadero gurú
tántrico de los pseudogurúes.
La afirmación «cuando
el discípulo está preparado, el gurú aparece» es
literalmente cierta. Pero el adagio opuesto también es
verdad: «cuando el Maestro está preparado, el discípulo
aparece». Ni el discípulo ni el gurú salen a la búsqueda
uno del otro: esperan que «eso» se produzca. Este
improgramable «eso» escapa al azar que rige la mayoría
de los encuentros humanos.
La conclusión es simple y,
aparentemente, poco alentadora: pocos de los que buscan
tienen la posibilidad de encontrar un gurú, perdón, su
gurú, no sólo en Occidente sino en la India. Entonces,
¿no tienen esperanzas? El buscador sincero encuentra
siempre bastantes indicaciones y ayuda para poder seguir
su vía con éxito. Un gurú es una ayuda preciosa,
irreemplazable, pero para el que tiene un verdadero
deseo, hay siempre un gurú supremo, el Sí mismo, que es
su esencia sutil...
Para el Tantra, el Saber puramente
intelectual no sólo es incapaz de asegurar nuestra
expansión y nuestra felicidad, sino que también es
fútil, porque solamente puede arañar la superficie de
las cosas. Los descubrimientos genéticos son maravillas
del ingenio humano, pero disecar los genes y observarlos
en el microscopio electrónico no revela la naturaleza de
la Vida. Determinar la fecha de la aparición de la Vida
en nuestro planeta no es verdaderamente importante.
Pero, cuando el tántrico percibe que ésta es la
expresión de la Vida desde los orígenes, transciende su
yo limitado y desemboca en lo cósmico.
Evidentemente, no todo es negativo
en el balance de la Ciencia y no se trata de rechazarla
en bloque, pero hay que ser consciente de sus límites,
que son mucho más estrechos de lo que se cree, porque la
Ciencia se basa sólo en las percepciones exteriores.
Alain Daniélou, en
«Yoga, Méthode de re—intégration, escribe: «Una
percepción exterior no constituye por sí sola un
verdadero conocimiento, y el único medio para el hombre
de obtener el conocimiento verdadero de un objeto es
identificarse con él; sólo cuando es uno con él puede
conocerlo tal cual es, no sólo como parece».
La Ciencia hace al hombre
orgulloso, presuntuoso, y le hace subestimar la Vida. El
problema no es saber si hay que rechazar la Ciencia,
sino más bien que es esencial reintegrarla en una visión
cósmica total y devolverle el sentido de lo sagrado.
Parte 5
La Vía del Valle
La vía tántrica llamada «del Valle»
es la más fácil, especialmente para el control de la
eyaculación, pues ese tipo de unión poco «movida» está
basada en la relajación física y mental. Se la podría
juzgar poco «excitante», lo cual es relativamente
cierto. Sin embargo nos abre un mundo desconocido de
sensaciones y de experiencias, engendra una plenitud
prolongada, y logra la integración total de dos seres,
en cuerpo, mente y expíritu, fuente de felicidad
desconocida por las parejas ordinarias de nuestro
Occidente apresurado.
Gracias sobre todo a la Vía del
Valle el tántrico llega a «feminizar» su experiencia de
la sexualidad. Para el hombre ordinario el acto sexual,
centrado en el polo de la especie, es decir, en los
órganos genitales, es una experiencia convergente en el
espacio y en el tiempo. En otros términos, su vivencia
tiende a restringirse cada vez más. La mujer despierta
su deseo, luego, desde que se produce la erección, su
vivencia se instala en una zona cada vez más reducida,
la zona genital. Una vez insertado en la vagina, su pene
acapara toda su atención, que tiende, poco a poco, a
focalizarse en las sensaciones percibidas en el glande.
Paralelamente, su experiencia se
estrecha también en el tiempo: converge hacia el breve
instante de placer de la eyaculación, después de lo cual
su deseo decae inmediatamente, y el hombre se retira y
se aparta de la mujer.
Para el tántrico, por el contrario,
incluso fuera del ritual, el maithuna es una experiencia
divergente, de tipo femenino. En efecto, en la mujer, la
vivencia sexual, lejos de limitarse a la vagina y al
pene que allí encierra, desborda progresivamente la
esfera genital, se difunde por todo el cuerpo y, cuando
llega el orgasmo, implica cada fibra de su carne y luego
invade su ser. El éxtasis tiende también a
intensificarse, a prolongarse, por tanto a extenderse en
el tiempo. Mucho después del fin del contacto sus ecos
resuenan en ella todavía.
Esta experiencia difusa es también
la del tántrico que no se acopla a una vagina, sino que
se une al ser total, a la mujer física, psíquica y
cósmica, es decir a la encarnación de Shakti. Cuando el
lingam ha establecido el contacto íntimo, cuando percibe
el yoni, Shiva participa en el deseo y en la emoción
erótica de Shakti. A partir del lingam su experiencia
erótica es como una mancha de aceite, gana
progresivamente todo su vientre, viaja a lo largo de su
columna vertebral y por último hace vibrar cada célula
de su cuerpo. Participa intensamente en la emoción
sexual última de Shakti cuando ella vive un profundo
orgasmo. Percibe así el ser secreto de la mujer, sin
tratar de apropiarse de su cuerpo ni de su sexo. No
piensa: «Es mi mujer, y su sexo y su sexualidad me
pertenecen». Percibe, en el sexo, la expresión del poder
creador cósmico suprapersonal. Unido a Shakti, todo su
cuerpo se convierte en órgano sexual, no solo el lingam
como en la unión ordinaria.
Antes de abordar la
práctica, veamos primero las posiciones apropiadas:
La posición
accidental usual, es decir, la del misionero, no
conviene para nada: fatiga a Shakti, que debe soportar
mucho tiempo el peso del hombre acostado sobre ella,
sobre todo si él se relaja, como debería ser. Ahora
bien, en la Vía del Valle, la unión puede durar hasta
dos horas o más... La somnolencia, lejos de ser un
inconveniente, hace aflorar el inconsciente y permite
intercambios magnéticos y psíquicos intensos: en el
sueño los intercambios se realizan en un plano psíquico
sutil.
La posición a
horcajadas, Purushayita, es conveniente siempre que sea
posible la relajación, que se logra colocando cojines en
la espalda de cada integrante de la pareja.
En la óptica del
Tantra, se puede optar por la posición en oposición,
llamada en X, horizontal o inclinada unos 45 grados.
Esta asana tradicional y específicamente tántrica
favorece la circulación de las energías sutiles,
permitiendo al mismo tiempo una relajación creciente con
un contacto sexual correcto; los movimientos son
limitados o inexistentes. Detalle práctico: en los
climas fríos con frecuencia hay que taparse porque la
relajación hace descender la temperatura del cuerpo y la
incomodidad compromete el logro de la experiencia.
Ventaja no despreciable: en esta asana el control de la
eyaculación no plantea ningún problema.
Otra posición
favorable es la lateral, Paryankasana, llamada también
«de von Urban». Aunque asimétrica, permite una
relajación profunda y conviene a las circunstancias
occidentales, (cama, colchas, etc).
La Vía del Valle
implica una inmovilidad relativa. Los movimientos son
limitados, poco amplios y controlados, tanto en Shiva
como en Shakti: uno solo de ellos es activo, el otro
permanece pasivo y distendido. Con frecuencia es Shakti
quien se mueve, por ejemplo para que se mantenga la
erección, que no debe necesariamente ser del estilo
triunfante durante todo el contacto. Incluso si el
lingam está semirrígido, Shakti puede vivir una
experiencia intensa, lo mismo que Shiva. Las
fluctuaciones de la erección son normales y forman parte
de las reglas del juego.
Si espontáneamente
una ondulación rítmica nace en el cuerpo de Shakti,
puede abandonarse a ella, siempre que la reprima si los
movimientos se amplifican y se aceleran. En efecto,
estos movimientos podrían interrumpir la experiencia, ya
sea por la expulsión del lingam si la erección es muy
débil, ya sea por una eyaculación no deseada. En la Vía
del Valle, Shakti puede así acceder a un orgasmo de otro
tipo, es decir, experimentado casi únicamente en el polo
del individuo, el cerebro, más que en el polo de la
especie, los órganos genitales, como es lo común.
También puede
producirse a la inversa, que Shakti se relaje y Shiva
realice movimientos limitados, espontáneos pero
controlados, lo cual parece contradictorio. De hecho, se
deja que el cuerpo mismo desencadene estos movimientos
(por tanto son espontáneos), mientras que la mente los
observa y los controla si la amplitud y el ritmo ponen
su dominio en peligro.
Los papeles pueden
alternarse: primero Shakti dirige el juego, luego Shiva,
o a la inversa, alternando fases de inmovilidad y de
lenguaje secreto, es decir, de contracciones vaginales a
las que el lingam responde. Hay que evitar «pensar» los
movimientos, intelectualizar el acto, que sin embargo
debe ser todo el tiempo consciente. La pareja permanece
así receptiva, disponible a todos los matices de la
experiencia tanto a nivel genital como en el cuerpo
entero. Una sensación inefable de fusión es, en
principio, un logro normal en la Vía del Valle; en
principio porque al comienzo parece menos satisfactoria
que los contactos usuales no tántricos, pero pronto la
exploración de este universo nuevo resulta fascinante.
Además, uno no se
propone «convertirse» de una vez por todas a este tipo
de unión y hacer de él su menú exclusivo: una vía no
excluye jamás la otra. La Vía del Valle permite a Shiva
quedar indefinidamente en contacto y comprobar que
inhibir la eyaculación no plantea ningún problema y no
reduce, más bien al contrario, la voluptuosidad sexual.
Parte 6
El método Carezza
El Carezza, sin ser
tantrismo disfrazado, tiene muchos puntos en común con
la Vía del Valle.
En Occidente ha sido
descubierto y practicado un régimen de unión sexual muy
similar a la Vía del Valle: el método Carezza. Sin ser
tantrismo disfrazado —le falta el contacto ritualizado y
saccralizado—, tiene muchos puntos en común con la Vía
del Valle y refuta una objeción al tantrismo que
consiste en dudar de su aplicación en Occidente. Este
método fue «inventado» en 1844 por el norteamericano
John Humphrey Noyes, fundador de la comunidad Oneida,
que lo llamó Carezza, palabro italiana que no necesita
traducción.
Para el método
Carezza la regla es ultrasimple: todo está permitido,
salvo eyacular, y si eso se produce, jamás en la vagina,
por tanto el hombre debe retirarse. El orgasmo femenino
es aceptado, excepto si compromete la retención
masculina. El problema de este método es que deja de
lado la parte energética, pues independientemente de
retrasar el orgasmo, el mismo es necesario para
trasmitir la energía kundalini a la mujer a través del
chakra sexual.
Para este metodo,
eyaculación y orgasmo masculino son sinónimos. Para el
Tantra, la eyaculación sabotea el orgasmo masculino,
pero si se produce tiene que ser en la vagina, por lo
que se dijo antes de brindar energía kundalini a la
mujer. El método Carezza no ha llegado a descubrir que
orgasmo y eyaculación son dos cosas bien diferentes.
Así, Alice Stockahm admite «la posibilidad de que el
hombre experimente el orgasmo sin eyacular, a la manera
de la mujer, que no emite semen». Veamos lo que el
método Carezza, como el Tantra, promete a sus adeptos.
En primer lugar
supone en la pareja un amor profundo y el deseo de
transponer la sexualidad a otro plano que el común. J.
William Lloyd escribe: «La primera religión del hombre
estuvo basada en la sexualidad y sólo por medio de ella
podemos reencontrar nuestro verdadero origen», frase
digna de un tántrico. Este método considera la unión
sexual como una verdadera fiesta amorosa y, siempre de
acuerdo con el Tantra, la eyaculación como un incidente
inoportuno y grosero, incluso antiestético, que mata por
un tiempo todo deseo de acercamiento a la mujer. El
hombre que hacía unos instantes estaba lleno de frenesí
sexual, después de haber eyaculado se aparta de la
mujer, a quien esta indiferencia hiere en su amor propio
o en su amor a secas. Hoy sabemos que el verdadero
Tantra, aún habiendo el varón eyaculado, acerca a las
partes a algo más sublime que solo una unión de dos
cuerpos.
Lloyd compara la
unión sexual con eyaculación a un fuego de artificio
interrumpido por la inhabilidad del artificiero que hace
explotar de una vez todos los cohetes. Para él, eyacular
mata con frecuencia el amor verdadero e impide su
sublimación. Es obvio que la opinión de Lloyd es un
tanto arcaica, pues deja de lado la parte espiritual.
Según el método Carezza la unión de los sexos es un
intercambio basado en el contacto humano más íntimo, que
sólo se realiza plenamente cuando es prolongado.
Este método no
preconiza ninguna posición particular, pero aconseja
evitar los movimientos rítmicos, prolongados y
acelerados, que llevan a la eyaculación, y recomienda
variar el ritmo, la amplitud y la duración de los
movimientos y, en caso de alerta, inmovilizarse el
tiempo necesario para que se aleje el peligro.
El método Carezza ha
redescubierto un aspecto capital del maithuna tántrico,
especialmente en la Vía del Valle: el de los
«intercambios pránicos». Afirma que los órganos sexuales
femeninos y masculinos están magnéticamente polarizados.
Lloyd continúa: «Con
frecuencia es el hombre, artista del contacto, el que es
activo, mientras la mujer es pasiva como el imán que
atrae. Por eso el hombre que quiere tener éxito con el
método Carezza debe ejercitarse en el arte de las
caricias y los contactos magnéticos. Debe considerarse
parecido a una pila electrica: su mano derecha el el
polo negativo y su mano izquierda el positivo. Cuando
sus manos entran en contacto con un ser humano
receptivo, se engendra y se pone en circulación una
corriente eléctrica. Debe sentir esa corriente eléctrica
correr desde su lado izquierdo hasta el lado derecho de
la mujer, y conseguir que obedezca a su voluntad para
dirigirla. Si la toca con una sola mano, sentirá
reaccionar esa parte del cuerpo de la mujer bajo la
influencia de su magnetismo». «Además, si adquiere el
domino de esa corriente, podrá enviarla a las partes del
cuerpo o a los centros del ser amado que él desea
cambiar, excitar o calmar magnéticamente. Debe
perseverar hasta que esto se convierta para él en una
certeza. Se puede practicar la percepción de estas
corrientes magnéticas sobre uno mismo para calmar
dolores con el contacto de la mano». «Compréndaseme
bien. El método Carezza puede perfectamente tener éxito
aunque se ignore esto, simplemente porque ese magnetismo
natural está presente y la intuición nos guía hacia las
acciones correctas; sin embargo, también en este
terreno, un saber consciente y la voluntad de dirigir
por sí mismo estas fuerzas resulta beneficioso». «Este
contacto magnético ha resultado eficaz para fortificar a
los débiles y curar a los enfermos. Comprendemos así
cómo y por qué el método Carezza, practicado
correctamente, es beneficioso para la salud. Están
totalmente excluidos los efectos nefastos. Harry Gaze
afirma que este método mantiene el amor y confiere
confianza gozosa, belleza y juventud hasta una edad muy
avanzada».
«Por eso hay que
aprender a tocar a la amada de tal modo que esa
corriente de electricidad vital recorra su cuerpo con un
extremecimiento extático, mientras que la libera de su
propia energía acumulada. Del mismo modo la mujer
engendra fuerzas magnéticas que podrá dejar desbordar en
el hombre, satisfaciendolo tan plenamente que todo
sentimiento de pérdida será eliminado y se obtendrá la
felicidad. El aflujo y el intercambio de estas energías
conduce a un equilibrio total y a un reposo benéfico».
«En el experto en el
arte de amor, ese magnetismo emana de la punta de los
dedos, de las palmas de las manos, irradia por los ojos,
surge de su voz y puede trasmitirse a través de
cualquier parte del cuerpo del uno o del otro, incluso
mediante el aura, de una manera invisible y sin contacto
físico».
Este texto, podría,
salvo algunos detalles de vocabulario, haber pertenecido
a un tratado tántrico antiguo, donde se relega a la
mujer a un rol meramente pasivo. Lloyd todavía añade:
«Cuando el método
Carezza es practicado con éxito, los órganos genitales
quedan tan apaciguados, tan desmagnetizados como después
de una eyaculación. Mientras del cuerpo de los amantes
emana una fuerza maravillosa y una alegría consciente,
éstos reposan en una dulce satisfacción, como después de
un juego feliz. Todo su ser irradia goce amoroso y
romántico, está invadido pior un sentimiento de salud,
de pureza, de vitalidad. Quedamos colmados de bienestar
y de gratitud, como después de un festín bendito».
«¿Qué sucede por el
contrario después de la eyaculación? La comprobación
general es que, pasados los primeros instantes de
distensión agradable, acompañado de una sensación de
liberación, sigue inmediatamente el sentimiento de haber
sufrido una pérdida, de haberse debilitado: la
maravillosa visión de sueño se ha disipado, el hombre se
ha desilusionado. Por cierto que ha vivido su breve
instante de pasión, pero muy fugaz, parecido a una
crisis epiléptica, que no deja ningún recuerdo, ninguna
huella. Las luces se extinguen, la música cesa, la
fiesta termina antes de haber comenzado realmente. A
veces la debilidad subsiguiente es tal que provoca
palidez, vértigos, perturbaciones digestivas,
irritación, decepción, incluso vergüenza, hasta rencor.
Es verdad para el hombre, y también para la mujer,
decepcionada por el fin abrupto de una maravillosa
experiencia. En la mayoria de los casos, cansado,
indiferente, el hombre se duerme. El ardor amoroso ha
desaparecido. Con el metodo Carezza todo es diferente».
Transcribo este
método como simple ilustración, mas no comparto un papel
tan poco decoroso en el varón luego de la eyaculación.
Reitero que Lloyd no tiene en cuenta la parte espiritual
de los amantes.
El método Carezza demuestra, como
mínimo, que esta vía conviene a Occidente. Para él como
para el Tantra, la sexualidad trivial, localizada y
limitada el contacto genital, es una neurosis. ¿El
remedio? Maithuna, la unión tántrica.
Parte 7
MAITHUNA, LA UNIÓN
TÁNTRICA
El Tantra es una
forma de adoración de la Shakti encarnada en cada mujer.
Cada mujer es la esposa de Shiva.
En el maithuna el hombre con
frecuencia permanece pasivo; evita todo lo que
provocaría la eyaculación. Shakti está activa y conserva
la iniciativa durante el desarrollo del rito. El hombre
está receptivo, Shatki da el tono. Es indiferente que la
erección se mantenga o no hasta el final: basta con
poder permanecer unidos. En el Tantra es más Shakti que
Shiva quien capta y transmite los ritmos cósmicos de la
Luna, del Sol y de la Tierra. Para conocer el éxtasis,
el hombre debe permanecer mucho tiempo unido a Shakti,
impregnarse de su energía magnética, hasta que la
«divina vibración» lo invada. Basta para ello con
atender distendidamente pero sin fallas a todo lo que
pasa en el cuerpo, y a los intercambios que se efectúan.
Esta unión puede —y debería— durar
hasta dos horas y más. Shiva debe abandonarse a la
percepción sensual de la mujer, sentir latir su sangre,
vibrar según su diapasón, respirar a su ritmo (¡muy
importante!), entonces surgirá la experiencia extática.
Rita Ashby, una tántrica
californiana, dice: «La Shakti tántrica florece
literalmente. Su piel brilla con el resplandor de Eros,
su mirada abierta e inocente cultiva a todos aquellos a
quienes se dirige. El Tantra es una forma de adoración
que da a Shakti confianza en sí misma. Cada mujer es la
esposa de Shiva. ¡Shakti! ¡Shakta! Incluso el orgasmo de
Shakti es una simple eventualidad sin verdadera
importancia, pues la mujer no está tan orientada hacia
lo genital. Al contrario de la eyaculación en el hombre,
el orgasmo femenino atiza el fuego divino del goce, en
lugar de extinguirlo».
Y Ted Ashby, su
compañero, añade: «Después de haberse amado durante
horas, uno está dispuesto a todo: a hacer música, a
bailar como un dios, o incluso a hacer Tantra donde la
pareja, tomándose de las manos, percibe las vibraciones
y el magnetismo del otro. El tántrico no intenta imponer
su identidad aislada. Está plenamente "aquí" y "ahora",
está vivo y se convierte en la Vida. Se es uno con la
pareja y se está listo para convertirse en uno con todas
las maravillas del Ser».
El Tantra libera al hombre del
reflejo eyaculatorio, sin dificultades mayores. Por
supuesto que una pareja habituada desde hace años al
amor «normal» no se descondiciona de un día para otro.
El principio el hombre no logrará más que una vez sobre
dos o tres evitar la eyaculación, a veces por falta de
cooperación de su compañera, ella también acostumbrada a
la forma habitual de contacto sexual y que puede, igual
que el hombre, encontrar al comienzo que este tipo de
unión es menos satisfactoria. Basta simplemente con
perseverar para ir de descubrimiento en descubrimiento,
pues la Vía del Valle es la vía más facil de la
meditación entre dos.
Dejo en claro que el verdadero
Tantra no está en contra de la eyaculación, mientras el
varón esté "conectado" con el aura de la mujer y le
brinde su energía orgásmica. Lo que el tantra censura es
el orgasmo masculino egoísta, donde luego el varón se
desentiende del acto.
Haced del sexo una meditación entre
dos. No lo cambataís, no os opongáis a él. Sed amistosos
frente al sexo. ¡Vosotros sois una parte de la
naturaleza! En verdad el acto sexual no es un diálogo
—en el peor de los casos un monólogo— entre un hombre y
una mujer, es un diálogo del hombre con la naturaleza a
través de la mujer, y de la mujer con la naturaleza a
través del hombre. Durante un instante os insertáis en
la corriente cósmica, en la armonía celestial, estáis de
acuerdo con el Todo
EL RITO
Entre los escasos
textos tántricos que describen y autentifican este
ritual solo es relativamente conocido el Yonitantra.
Sin embargo, como con tantos textos tántricos, se trata
más de un resúmen que de un tratado didáctico: es el
acharya, el instructor en persona quien transmite
las técnicas. Además el acharya (que también
puede ser una mujer) tiene un papel crucial durante la
yonipuja, que debe desarrolarse en su presencia,
hasta el punto que están previstas leyes particulares
para el caso en que estuviera ausente.
Como, salvo
excepción, el occidental no tiene acceso a la iniciación
directa, es indispensable completar los parsimoniosos
datos prácticos del texto original. Una vez que el autor
ha precisado qué mujeres son aptas para el rito, añade
que la yoguini «debe ser lasciva, hasta figurativamente
libertina y haber superado todo falso pudor».
Al comienzo de la
adoración, Shakti se coloca en el centro del mandala, en
general un triángulo, símbolo del yoni cósmico, incluído
en un círculo. Luego Shiva le ofrece una bebida
afrodisíaca, llamada vijaya, cuya composición no
se indica, sin duda porque en esa época se suponía que
en la India todos la conocían. En Occidente, se lo
reemplazará por un copa de champán o una bebida
ligeramente alcohólica. La intención explícita es
erotizar a Shakti al máximo, exacerbar su energía sexual
para llevarla al éxtasis. Si el champán o alguna otra
bebida alcohólica produce ese efecto sobre Shakti, el
objetivo está cumplido.
Siempre según el
texto, después de haber cumplido el ritual preparatorio,
compuesto de mantras y de hijas (vocales sin contenido
conceptual) que el autor no precisa, empieza la primera
parte del Yonipuja. La yoguini se sienta sobre el
muslo izquierdo del adepto, que comienza a adorar su
yoni sakuntala, es decir no afeitado, condición
fácil de cumplir. El adepto entonces unta el yoni con
una pasta de sándalo, de delicado perfume; así el yoni
se asemeja a «una flor encantadora». Luego el adorador
le ofrece una nueva copa de vijaya y le pinta la
ardhachandra (la media Luna) con bermellón en
medio de la frente. No se trata de una rutina
mecanizada: el simbolismo de cada gesto es intensamente
vivido por los participantes. Mientras el adepto traza
la media Luna, la pareja toma conciencia de las fuerzas
lunares presentes en Shakti.
Luego Shiva pone las
manos sobre los pechos de Shakti, e impregnándose del
aspecto maternal de la Shakti cósmica, pronuncia 108
veces la bhagabija (el sonido—raíz de la vulva),
sin otra precisión, pero en general será «Hrim».
Al final el adorador hace todos los gestos y contactos
que puedan excitar a Shakti al máximo: le acaricia
largamente los pechos, las nalgas, luego el yoni. En la
yonipuja, la excitación de Shakti, que se propaga
a Shiva, provoca una abundante secreción del fuido
tattva uttama, la «esencia sublime», es decir, las
secreciones vaginales, y además —y sobre todo— despierta
las energías sutiles, «pránicas», que ejercen una
función primordial en el desarrollo de la puja.
Aquí se situa la
parte central de la puja. A su vez, Shakti unta el
lingam con la pasta de sándalo, de perfume afordisíaco y
de color azafrán. El gurú, siempre presente, vela por el
respeto estricto del ritual y recita los mantras
apropiados. Sólo entonces el lingam es insertado en el
yoni. El maithuna no debe convertirse en un simple coito
profano sin ser controlado a pesar de la intensa
excitación mutua y ser vivido con el sentido de lo
sagrado inherente a toda unión tántrica. Las modalidades
del maithuna tántrico son de rigor, especialmente las
relativas a la asana y al control de la eyaculación.
En el rito, una parte
esencial depende de la absorción reciproca de la
«esencia sublime». Añadiendo sus propias secreciones
lubrificantes a los liquidos vaginales, el lingam
contribuye a mojar abundantemente el yoni. Los dos
fluídos se mezclan y los tántricos creen que la yoguini
y el yogui los absorben: Shakti, por osmosis a través de
la mucosa vaginal y Shiva, gracias a vajroli.
Según el Tantra, ese intercambio vitaliza y dinamiza a
los dos adeptos. Incluso sin esta reabsorción mutua,
está establecido que la excitación sexual intensa y
prolongada de las gónodas, intensifica la secreción de
las hormonas sexuales, que podrían constituir ellas
también la «sublime esencia»; ¿por qué no?
Durante el maithuna
la pareja medita sobre la potencia creadora así
despertada en el vientre de la mujer y en el hombre y
adoran la Energía Cósmica.
La duración de la
unión yoni—lingam corresponde a lo que se dice en todo
este libro: nunca se trata del «deprisa y corriendo».
Después de la unión ritual, Shiva rinde un homenaje
respetuoso al yoni, que la yoguini acostada de espaldas,
afrece a su vista y a su adoración. El adepto toma
entonces con el dedo un poco de líquido vaginal y hace
con él un tilaka, ese punto que las mujeres
indias llevan en medio de la frente, a su compañera de
rito, todavía sumida en el éxtasis, así como en su
propia frente. El achayra hace lo mismo; luego la
pareja le hace una reverencia y lo adora porque su
presencia les ha ayudado a controlarse durante todo el
ritual y a preservar su carácter sagrado. Esta práctica
crea un lazo notable de intimidad y confianza. Los
amantes perciben así el insondable misterio y el sentido
profundo, sagrado, de la unión de los sexos, siempre
repitiendo mentalmente el mantra que le ha dado su gurú.
A falta de ello, el occidental utilizará el «Om» o el «Om
Mani Padme Hum».
Es posible que el
hecho de que el achayra y su Shakti practiquen
ritos sexuales con sus adeptos puede, según nuestros
criterios, parecer inaceptable; pero hay regiones en la
India que lo realizan.
En cuanto a los
adeptos occidentales, si bien no es pensable trasladar
tal cual la yonipuja, las indicaciones dadas
permitirán practicar una forma atenuada o adaptada,
siempre conservando su espíritu, que es lo esencial.