Seguro que más de uno ha oído alguna vez la palabra Reiki. Significa literalmente “fuerza vital universal” y a pasado a conocerse como la terapia que cura poniendo las manos o la curación por imposición de manos. Yo, que hace algunos años que me dedico a enseñarlo, debo confesaros que he podido sentir por ella muchos y diferentes sentimientos, a veces contradictorios entre sí.
Mis primeras experiencias
Os contaré una anécdota: “En una ocasión que participaba en un encuentro de yoga fuera de mi ciudad, una señora mayor que venía con nosotros en el grupo experimentó un fuerte dolor de estómago antes de la clase de la tarde. Yo, estirada en la fila de atrás la oí quejarse. Me acerqué y le pedí que me dejara ponerle las manos. Pasaron solo unos minutos cuando, para su sorpresa y la mía (yo era muy novata) el dolor desapareció. Dos o tres días después cuando ya estábamos de vuelta, la encontré por la calle y me preguntó si “curaba de gracia”. La verdad es que me quedé muy sorprendida y no supe que responder. Por fin le dije: -¡no, no, que va, yo solo hago reiki!-, pero ella insistió en convencerme para que le hiciera una “cura de gracia general”. Entonces, con la mayor dignidad que pude le dije que yo no hacía magia y que el reiki era una terapia muy seria y bla, bla, bla. Le di mil y una razón a cual mas inútil hasta que la señora se cansó y pensando seguramente que se había equivocado conmigo, se despidió y se fue. Entonces no lo sabía porque como os he dicho, era muy novata y mi cuerpo de luz no había tenido tiempo de experimentar ampliamente los dones que la energía pone a nuestro alcance. Tampoco me hacía las suficientes preguntas y mucho menos me atrevía a cuestionar nada, lo aceptaba y ya está. Sin embargo ahora sé que esa gracia a la que se refería “mi señora mayor” es la expresión misma de la sanación, la gracia divina a la que cada uno tiene acceso por derecho propio. Pasó mucho tiempo hasta que lo descubrí, pero cuando desperté, olvidé el manual y me dediqué a sentir.”
Nos has explicado que Reiki es la Terapia del AMOR INCONDICIONAL, pero nadie nos ha dicho que antes de esa entrega tenemos que revisar cuanto amor incondicional estamos dispuestos a darnos a nosotros mismos. Es decir, es verdad que reiki o la terapia reikiana, como se la conoce en algunos ambientes, es un planteamiento de masaje con imposición de manos cuyo objetivo es equilibrar o recolocar el flujo de energía interior de forma similar a como lo haría la acupuntura, por ejemplo, pero además reiki es un camino de auto-conocimiento.
Una pequeña historia
Bueno, y después de esta entradilla y pensando en los que no han oído nunca hablar de reiki, haré un poco de historia para explicar su procedencia:
-Japón, mediados del Siglo XIX. Un decano de la Universidad Doshiba de Kyoto y sacerdote cristiano de nombre Mikao Usui, al ser interrogado por sus alumnos a cerca del procedimiento que usaba Jesús para curar a los enfermos, no supo que responder y se propuso averiguarlo. Para ello, inició un viaje que duraría siete largos años alrededor del mundo, tras los cuales regresó, sin éxito a su país natal. Ingresó en un monasterio zen dispuesto a pasar el resto de sus días y fue allí, cuando ya no lo esperaba, donde encontró la respuesta. Pasó por algunas dificultades hasta ponerse en marcha y enseñar a todo el que estuviera dispuesto a aprender. Viajó por todo Japón como un peregrino formando a sus adeptos. Murió en el año 1930 dejando tras de sí una docena de Maestros Reiki. Desde ese día hasta la actualidad, Reiki se ha desgranado por el mundo en diferentes ramas.
Niveles de formación
Reiki no es ninguna religión ni forma parte de ningún dogma de fe. Es una enseñanza ancestral que todos podemos aprender con facilidad. Con ella podemos desde el primer nivel ejercer como terapeutas reiki para sanar a otros. Contiene una ceremonia de iniciación en cada grado y se divide o distribuye en cuatro niveles de enseñanza, que son los siguientes:
Nivel 1: Sanación física
Nivel 2: Sanación espiritual
Nivel 2: Sanación a distancia
Nivel 4: Formación en la Maestría
Cada Nivel se aprende de uno en uno, dejando entre ellos un tiempo prudencial.
Formarse en Reiki supone además, una sanación para el cuerpo-mente-emoción-espíritu del alumno.
Este aprendizaje es un “camino iniciativo” de AUTOAYUDA Y AUTO-PRESENTACION: nos presentarnos, nos conocernos, nos comprendernos, nos perdonarnos y nos amamos
Puntos finales
Cuando movidos por un sincero deseo de conocimiento y avance, aceptamos “ingresar en esta Escuela” tenemos que darnos cuenta de que ya no podremos volver atrás y olvidar lo aprendido y no nos quedará más remedio que aceptar el reto que supone seguir adelante con los ojos abiertos. Si pensáis que ya ha llegado el momento de dar el siguiente paso en vuestra aventura de vivir,-¡ adelante ¡- . Yo os animo a formaros en Reiki. Será un regalo para el resto de vuestra vida. Y no tengáis miedo cuando os toque “revisar”. Al fin y al cabo, es de conocimiento público que el mundo de las formas, es decir, el mundo en el que vivimos es una ilusión, y a cada uno de nosotros nos toca descubrir el camino adecuado para “ volver a casa”.
Lola Sánchez
Actualmente imparte dos cursos en crecimiento-personal.com:
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