Medicina tradicional china: La tierra y las necesidades.
Los chinos
consideran el Universo como una red infinita de flujos
energéticos entremezclados, donde todas las partes se
comunican y dependen unas de las otras, creando un campo
vibracional en continuo movimiento y con diferentes
formas, en el que cualquiera de ellas no tiene sentido
ni puede existir fuera del contexto del todo.
Producto
de la interacción de los flujos energéticos y su grado
de vibración cuanto más material es algo menor es su
estado de vibración mientras que cuanto más sutil mayor
es su grado de vibración. Esto coincide con la visión de
la ciencia moderna occidental que dice que la “materia
sólida” no es “sólida”, sino una apariencia especial o
una forma de energía.
Así pues,
según la visión de los chinos, el hombre surge de la
interacción de estas energías, que integran los
principales aspectos (corporal-sensorial,
emocional-sentimental y mental-espiritual).
El
principio fundamental de la medicina oriental es vivir
en armonía con la naturaleza, y no tratar de adaptar la
naturaleza a las necesidades de las personas.
Para estar
sana una persona, debe adaptarse continuamente a los
cambios que se suceden, tanto dentro como fuera del
cuerpo. Si esta adaptación no se produce, aparece la
desarmonía, que puede hacer que el espectro vibracional
de la persona varíe afectando tanto su espectro físico
como el más sutil.
Teoría de los cinco elementos
Para
entender cómo se expresa la energía en la naturaleza se
ideó un modelo que explica su transformación cíclica por
la dinámica entre opuestos (Yin – Yang).
Las cinco
fases (o elementos) identifican las etapas de
transformación, los patrones de expansión y de
contracción, el florecimiento y la decadencia. Como por
ejemplo el ciclo estacional a lo largo del año, o el
ciclo de
nacimiento-crecimiento-madurez-decaimiento-muerte de una
persona.
También se
hicieron correlaciones entre las fases y los distintos
órganos y regiones anatómicas que es donde surgió su
teoría médica.
Los
elementos que la componen son: Tierra, metal, agua,
madera y fuego.
La Tierra
La Tierra
representa el eje central, el punto de referencia
alrededor del cual se orientan los otros aspectos. La
tierra acoge y nutre a la vida que depende de ella. Nos
da alimento, todo lo que necesitamos y el poder de
satisfacerlo. Es acogedora, no juzga, acepta lo que hay
y valora a sus criaturas, esto nos permite
autovalorarnos, tener autoestima y seguridad, es el
terreno que nos sitúa en el espacio y en el presente. Al
sentir su soporte podemos “estar”, no hacer y “ser”,
dicha presencia es también una cualidad de la
meditación. Concentrarme, tener paciencia, confiar y
disfrutar de la vida. Está relacionada con la capacidad
de dar y recibir.
Sus
órganos asociados son el Estómago y el Bazo-páncreas.
Están relacionados con el tono muscular, manteniendo
nutridos la carne, los vasos, y los órganos-vísceras.
Si esta
energía no está suficientemente presente pueden aparecer
rotura de vasos sanguíneos, varices, prolapsos de
órganos, problemas digestivos y bucales, problemas de
apetito (anorexia-bulimia). A nivel mental pueden
aparecer problemas de obsesiones, preocupación, falta de
atención, concentración y memoria, que producen bajo
rendimiento escolar o laboral.
A nivel
emocional destaca la inseguridad.
Esta
energía está muy activa cuando de manera natural estamos
en fase de búsqueda de cualquier necesidad (alimento,
afectiva, material, contacto, intelectual, espiritual,
etc). Si no descubrimos y satisfacemos la necesidad
real, dicha energía seguirá activa buscando
permanentemente y acabará por agotarse aunque recurramos
a sucedáneos (fumar, alcohol, dulces, sexo, trabajo, ver
TV, hiperactividad, etc). Entonces es fácil caer en un
ciclo adictivo que nos indica que hay algún tipo de
insatisfacción.
A nivel
físico se manifiesta muchas veces tensión o falta de
tono muscular en las piernas, con sensación de estar
desconectados del suelo, con falta de equilibrio,
enraizamiento y de estabilidad, al faltarnos dicho
soporte abajo en el suelo, lo intentamos buscar arriba
apareciendo tensión en los hombros o cuello, también nos
refugiamos en la mente volviéndonos excesivamente
intelectuales o volátiles. Es un claro síntoma de que la
energía se va concentrando arriba, en vez de estar en
todas partes del cuerpo e impide un sano equilibrio
entre el pensamiento y la acción material. Otro síntoma
físico asociado suele ser el tener el abdomen
excesivamente duro y con dolor a la palpación o por el
contrario sin tono, hinchado y distendido.
Un
desequilibrio en la energía de la Tierra también se
asocia a síntomas de angustia, ansiedad, insomnio,
problemas menstruales, somnolencia después de comer,
cansancio y depresión.
¿Qué hacer?
Muchas
cosas se pueden hacer para recuperar el equilibrio de
este elemento tan importante, enumero algunas: Encontrar
y satisfacer tus necesidades reales y esenciales.
Sentirte merecedor de recibir lo que necesitas. Buscar
un equilibrio entre lo que das y lo que recibes. Estirar
los meridianos del bazo y estómago que están en la zona
anterior del cuerpo mediante por ejemplo la “postura del
camello” de yoga. Contraer el perineo. Tener contacto
con la naturaleza, andar descalzo, hacer cosas manuales.
Tomar “un poco” de dulce en las comidas. Tener contacto
físico con personas, animales o plantas, recibir o dar
masajes. Formar parte de un grupo. Hacer espacios
regulares para estar sólo, para reflexionar o meditar.
Permitirte expresar las emociones (sobre todo la rabia
para autoafirmarte). Giro derviche de los sufíes.
Cantar, saltar, correr, bailar.
Shiatsu
Una de las
grandes ventajas del shiatsu es el diagnóstico
energético que nos indica si la energía, por ejemplo del
Bazo-Estómago, está desequilibrada, esto junto con los
síntomas que aparecen nos ayuda a orientar y confirmar
el tipo de trabajo a realizar (con shiatsu o con otras
técnicas).
La presión
en los meridianos del bazo y estómago estimula y
equilibra esta energía. Al ser una técnica manual donde
el contacto y el soporte es su base, ayuda mucho a
nutrir esta necesidad en las personas, y a despertar la
seguridad en uno mismo. Hacer vibrar a los órganos
abdominales es muy útil para que recuperen su tono, su
posición, se nutran y consigan su funcionamiento óptimo.
Meditaciones Activas Osho
El hacerse
un espacio para uno mismo practicando alguna técnica
ayuda mucho a nutrirse, a estar centrado y presente en
el momento actual. El observar todo lo que ocurre hace
que la actividad mental se reduzca, con lo cual se gana
en claridad de pensamiento, eficacia en la acción y en
ahorro de energía. Nos hace ver más claras cuales son
nuestras necesidades. Se estimula mucho el movimiento
libre y espontáneo mediante por ejemplo la danza, y esto
te hace conectar rápidamente con tu verdadera necesidad
de movimiento y expresión. Al ser técnicas con
movimiento ayudamos a canalizar y materializar el exceso
de energía mental con el resultado de que alcanzaremos
fácilmente un estado de relajación.
Meditaciones recomendadas: Dinámica, Kundalini, Mandala,
Chakra sounds, No dimensions, Whirling.