Medicina tradicional china: El agua, la voluntad de
vivir.
Según la
MTC (Medicina Tradicional China) el riñón y la vejiga
son los órganos relacionados con “el agua”, que es uno
de los 5 elementos en que se basa su teoría para
ayudarnos a entender el funcionamiento de los ciclos de
la naturaleza, del hombre y del movimiento de la energía
(Chi) en general.
El agua
La energía
de este elemento se manifiesta con mayor intensidad en
invierno, tiene que ver con lo profundo, con el germen
de la vida, es como un pozo de vitalidad y resistencia,
una energía potentísima a la que tenemos acceso de una
forma casi inmediata. Nos conecta con la fuerza que
permite la acción, es la semilla con todo su potencial
de desarrollo y vida. El carácter y la esencia atesorada
recibida de nuestros antepasados y que legaremos a
nuestros descendientes. Es la manera de desarrollarnos,
el impulso sexual. De él dependen la voluntad, la
responsabilidad, el afán de vivir, la fuerza que permite
el movimiento y transforma en energía la acción. Nos
hace tener dirección, claridad y objetivos. Se adapta a
las situaciones imprevistas siendo espontáneos.
Tiene que
ver con los miedos, las fobias, con el deseo de
controlar los acontecimientos, la supervivencia, la
motivación y el frío.
Controla
la esencia “Jing Chi” que es una de las cinco sustancias
vitales junto con el Chi, Líquidos, Sangre y Shen.
El riñón
Guarda la
esencia “Jing Chi”. Un tipo de esencia es la prenatal
(heredada de los padres), es finita y nuestra vida está
delimitada por su agotamiento final, constituye el
sustrato material de la producción de esperma y óvulos.
El otro tipo es la esencia postnatal o adquirida, y es
elaborada por el Bazo y el Pulmón a partir de los
alimentos y el aire, se relaciona con nuestro estilo de
vida. Es el eslabón de nuestra cadena de existencia,
genera y almacena la sustancia material que forma la
base de todos los tejidos y su regeneración. Forma la
médula ósea, espinal y el cerebro. Influye en la
correcta maduración física y mental. Da soporte a los
órganos reproductores y a los orificios inferiores del
cuerpo.
El riñón
es la base de todas las sustancias líquidas del cuerpo y
regula la circulación de éstas. Tiene la función de
filtrar los líquidos impuros, separando la parte pura
que envía al Pulmón (ascenso de los líquidos) y la
impura que es enviada a la vejiga.
El riñón
está relacionado con las hormonas, los huesos, los
oídos, el cabello, la médula, el cerebro, la capacidad
de supervivencia y de procrear.
Todos los
órganos dependen del riñón y cualquier deficiencia en
cualquier otro sistema de órganos le afecta drenando su
esencia “Jing Chi”.
Si la
esencia del riñón es débil, habrá una falta de
vitalidad, esterilidad y una actividad sexual reducida,
impotencia, frigidez, deseo sexual excesivo, eyaculación
precoz. Retraso en el crecimiento. Síntomas de
envejecimiento prematuro, canas, caída prematura del
cabello. Retención de líquidos y edemas en la parte
inferior del cuerpo. Micciones frecuentes de color
pálido. Orina escasa y oscura. Sangre en la orina.
Prolapso anal, diarrea. Incontinencia. Enuresis.
Problemas
en los huesos (Osteoporosis, artrosis).
Respiración superficial, asma, falta de aliento con el
esfuerzo, tos, congestión del pecho y ahogo. Inflamación
de garganta. Halitosis.
Abdomen
(Rigidez y circulación deficiente), frío en abdomen
inferior.
Miedo a
los sonidos. Sordera, zumbidos, vértigos. Mala visión.
Ojeras.
Lumbalgia.
Rigidez en tronco. Dolor de cabeza con sensación de
pesadez. Frío en extremidades.
Piel seca.
Uñas con grietas. Mala circulación en general,
celulitis.
Reacciones
lentas, mala coordinación, desmayos o tendencia a
resbalar y caer. Falta de sueño. Trabajo excesivo (no
saber parar).
A nivel
emocional se puede manifestar como fobias, temores,
miedo que paraliza, ausencia de deseos, estrés continuo,
impaciencia, hiperactividad, inquietud, nerviosismo,
sentimiento de culpa, tensión familiar, timidez,
ansiedad, depresión.
A nivel
mental se puede manifestar como negatividad, dudas antes
de actuar, deseo de controlar, falta de responsabilidad,
pesimismo, prestar demasiada atención a los detalles,
quejas constantes, falta de fuerza de voluntad,
desánimo, pensamiento lento, falta de concentración,
mala memoria.
La vejiga
Tiene las
funciones de almacenar y excretar la orina, interviene
en el proceso de la elaboración de esta. Controla el
sistema autónomo. Es la ejecutora de nuestras acciones,
tiene que ver con el ímpetu y la voluntad. Nos ayuda a
salir corriendo en caso de miedo.
Se agota
por no hacer nada o por no parar de hacer cosas (no
conectar con el cansancio). Está relacionado con la
frialdad o pereza de cualquier parte o función del
cuerpo. Dificultades en la micción (Dolor, escozor,
incontinencia). Dolor de próstata. Calidad de la orina
(clara y copiosa, turbia y escasa). Cólicos renales.
Menstruaciones dolorosas. Esterilidad. Hemorroides.
Problemas
de espalda (Escoliosis, encorvamiento, rigidez, dolor,
lumbalgia, ciática frío en zona inferior). Problemas en
piernas (Rigidez, frío, mala circulación, varices).
Tensión en
abdomen, pesadez en abdomen inferior, problemas
digestivos.
Dolor de
cabeza en la frente o zona superior. Migrañas en zona
posterior de la cabeza. Dolor o pesadez de ojos.
Epilepsia.
Falta de
descanso. Sudoración nocturna. Escalofríos. Artrosis.
A nivel
emocional se puede manifestar como nerviosismo, tics,
celos, sentimiento de culpa, hiperreacción, asustadizo,
temores, hipersensibilidad, incapacidad para relajarse,
inquietud, ansiedad, depresión, estrés.
Y a nivel
mental como neurosis, paranoias, sospechas, quejas
constantes, falta de motivación, hiperactividad,
preocupación por detalles sin importancia.
¿Qué hacer?
Hacer
ejercicios de coordinación complejos, aeróbicos y
respiratorios. Permitirte expresar el miedo usando el
cuerpo y la voz. Estirar la espalda y parte posterior de
las piernas. Moverse desde el hara (ombligo). Satisfacer
tus necesidades reales y sentirse merecedor. Hacer
espacios regulares para estar sólo, para reflexionar o
meditar. Saber delegar. Saber parar. Discernir entre lo
importante y lo que no lo es, marcar distancias.
Eyacular menos en las relaciones sexuales (se pierde
esencia). Descansar lo suficiente. Evitar el exceso de
sal en las comidas. Protegerse del frío.
Shiatsu
Los
desequilibrios del elemento agua suelen ser consecuencia
de un agotamiento, bien por exceso de trabajo externo, o
porque una función interna está constantemente activa, o
muy frecuentemente por una combinación de ambas. El
trabajo con shiatsu se enfoca en investigar y
diagnosticar la causa subyacente y ponerla solución,
ésta causa unas veces es obvia pero otras está oculta y
se necesita realizar un tratamiento hasta descubrir qué
elemento está constantemente activo y regular su
funcionamiento.
Los temas
emocionales suelen estar en el trasfondo, si no se tiene
una correcta conciencia emocional se puede tener un
estado que nos esté drenando energía permanentemente sin
darnos cuenta. Es el caso de los estados defensivos,
represiones, vulnerabilidad, estrés emocional, adicción
a algún tipo de emoción, miedo a sentir cosas
diferentes. Estos estados se reflejarán en
desequilibrios de cualquier meridiano.
La energía
del “agua” se estimula trabajando sobre sus meridianos,
usando contacto sobre los huesos y los espacios entre
ellos, trabajo cráneo-sacral o aplicando moxas (calor
profundo) sobre Ming-Men y otros puntos de acupuntura.
Cuando
estimulamos la energía tenemos más recursos y más
fuerzas para enfrentar los temas pendientes, tomar
conciencia de ellos, cambiar nuestro estado interno y
nuestro comportamiento.
Meditaciones Activas Osho®
Crean un
espacio para que podamos dar una vía adecuada a nuestra
expresividad, de una manera lúdica, fácil y en sintonía
con nuestra individualidad. Recibir una opinión externa
de cómo expresamos emociones, nos ayudará a saber si
tenemos algún tipo de bloqueo físico, dificultad en
conectar con las situaciones, bloqueo en algún canal de
expresión, resistencias mentales, etc. Es fundamental
conocerlos y liberarlos para poder fluir por la vida y
para poder profundizar en nuestra practica meditativa
sin interferencias.
Meditar
nos permite observar todos nuestros procesos vitales,
nos ayuda a saber parar la mente y el cuerpo cuando es
necesario, y por tanto a economizar energía. Cuando
volvamos a la actividad estaremos más frescos,
rendiremos más, tendremos más claridad mental, estaremos
más relajados y podremos llevar la meditación en nuestra
rutina diaria.
Meditaciones recomendadas: Dinámica, Kundalini, Mandala,
Gourisankar, No dimensions, Respirar en los chacras.
José Antonio Espeso
Ingeniero de
telecomunicación, Monitor de meditación y Terapeuta de
shiatsu