El Ministerio de sanidad de Japón define el Shiatsu
como:
“Tratamiento que, aplicando unas presiones con los
dedos y las palmas de las manos, sobre determinados
puntos, corrige irregularidades, mantiene y mejora la
salud, contribuye a aliviar ciertas enfermedades
(molestias, dolores, estrés, trastornos nerviosos, etc.)
activando así mismo la capacidad de autocuración del
cuerpo humano. No tiene efectos secundarios.”
El
Shiatsu es una terapia basada en la teoría médica
japonesa y china cuyo fin es ayudar a las personas en
sus procesos curativos y en su autodesarrollo. Es una
terapia holística, que considera los síntomas y las
enfermedades como manifestaciones de los desequilibrios
y busca resolver las causas que subyacen en estas
condiciones, trabajando con la energía de la persona a
través del cuerpo, ayudando a liberar bloqueos no
solamente físicos, sino también emocionales y mentales.
Podemos considerar la energía (KI en japonés, o CHI en
chino) como si fuera el viento que sopla y mueve nuestro
velero (nuestro cuerpo-mente-emociones). Dependiendo por
donde sople así nos manifestaremos en la vida en cada
uno de estos planos.
La MTC (Medicina Tradicional China) usa un modelo que
nos ayuda a entender cómo funciona nuestra energía
vital. Este modelo energético se divide en 12 elementos,
estos elementos se denominan meridianos y están
asociados a un órgano físico, y engloba no sólo sus
funciones fisiológicas sino también determinadas
características emocionales y mentales. A lo largo de
estos meridianos o canales están ubicados los puntos que
se usan en acupuntura. Cada canal se manifiesta en la
superficie del cuerpo por determinadas zonas como si
fueran una red nerviosa o circulatoria, pero en este
caso por donde fluye la energía. Si hay algún
desequilibrio (exceso o defecto de energía) en dicho
canal se puede manifestar corporalmente en dichas zonas
como: dolor (con o sin realizar presión), falta de
sensibilidad, exceso de tensión muscular (contracturas),
falta de tono muscular, calor o frío, resistencias a la
movilización, etc.
Uno de los enfoques que se usan en shiatsu, aunque no es
el único, es el trabajo sobre dichas zonas o meridianos,
explorando toda su longitud con la intención de
reestablecer su equilibrio.
Durante este trabajo el paciente va tomando conciencia
de su propio estado corporal y de todas las señales que
van apareciendo a todos los niveles de su ser. Una
sesión de shiatsu es una oportunidad para despertar la
sensibilidad y de escuchar lo que el cuerpo nos ha
querido decir y que muchas veces ignoramos o no
atendemos porque vivimos con demasiados estímulos y
prisas, o simplemente por desconocimiento de qué hacer.
Según la MTC las enfermedades se manifiestan primero a
nivel energético y luego a nivel físico. Al trabajar con
shiatsu a nivel energético se está actuando como una
auténtica y muy efectiva medicina preventiva. Al
trabajar también a nivel físico mediante la aplicación
de estiramientos, presiones y movilizaciones
articulares, suele resultar bastante placentero y
relajante.
Cuando se desarrolla una sesión de shiatsu se tienen en
cuenta 3 factores: La historia clínica y personal, lo
que cuenta el paciente antes de la sesión, y el
diagnóstico energético que se realiza en el abdomen.
Este diagnóstico se usa frecuentemente en el estilo
“Shiatsu Zen”.
El diagnóstico del abdomen es una herramienta muy
potente y muy útil que nos dice qué energías del
paciente están más desequilibradas. Cada meridiano tiene
asociada una determinada zona en el abdomen y realizando
una palpación en dichas zonas se comprueban su estado.
Dicho diagnóstico nos informa del meridiano que tiene
más energía y del que tiene menos, además hay una
relación causa efecto entre ambas energías, de hecho si
me mide con un polímetro se aprecia una diferencia de
potencial de unos pocos milivoltios entre estas dos
zonas del abdomen. Para entender mejor lo que nos quiere
decir el diagnóstico imaginemos una ameba que tiene
hambre y tiene un vacío en el estómago (poca energía), y
extiende un tentáculo (exceso de energía) para intentar
capturar alimento, aquí vemos una relación causa efecto.
El tentáculo lo podemos asociar a la contractura, lo
visible, la expresión, el síntoma, etc. Si eliminamos el
tentáculo mediante alguna técnica volverá a salir
repetidamente por el mismo sitio o por otro distinto.
Obviamente a todos se nos ocurre darle alimento al
estómago vacío para que deje de manifestarse el
tentáculo. Con shiatsu se suelen trabajar ambas energías
pero teniendo presente que es más importante trabajar la
que está más vacía. Este criterio de trabajar los
meridianos más desequilibrados está realmente muy eficaz
y es muy probable que sea lo que más se necesita
trabajar. Al ir explorando todo el cuerpo pueden
aparecer otras zonas que nos llamen la atención que no
estén relacionadas con el diagnóstico o las molestias
que nos cuenta el paciente.
Un punto importante a notar es que el paciente se tiene
que hacer responsable de su proceso. Con shiatsu no se
trata que el paciente sea exclusivamente un sujeto
pasivo sino de que mediante la toma de conciencia de lo
que le ocurre en la sesión y de la interpretación que el
terapeuta ve y trabaja en el su cuerpo le ayuden a
extrer pistas y conclusiones para poder cambiar
determinados estilos de vida, de cuidado del cuerpo, de
gestión de las emociones, de patrones de comportamiento,
de formas de pensar, etc. El shiatsu le ayudará a que le
sea más fácil cambiar hábitos o tomar determinadas
decisiones, pero es el paciente el que con sus acciones
hará que los consolide o no y que encuentre un verdadero
equilibrio que siempre es dinámico.
Para que sea eficaz un tratamiento de shiatsu se tiene
que tener en cuenta que se requiere una cierta
regularidad, ya que el origen de determinados
desequilibrios no se suele ver en una única sesión, es
una labor de investigación como la de ir pelando una
cebolla, en cada sesión se pela una capa, y es el
paciente quien dependiendo de sus inquietudes y de su
nivel de satisfacción el que decide hasta qué nivel
quiere profundizar.
Beneficios:
- Alivia el estrés y las tensiones
- Alivia el dolor
- Mejora la digestión
- Mejora la circulación
- Mejora la postura.
- Elimina contracturas
- Flexibilidad
- Despierta la conciencia corporal
- Mejora el tono vital
- Facilita la liberación de tensiones
emocionales
- Bienestar físico y anímico.
Dolencias más comúnmente tratadas con Shiatsu:
- Insomnio
- Ansiedad
- Depresión
- Migrañas-Cefaleas
- Problemas Musculares (Dolor de espalda,
Lumbalgia, Ciática, Tortícolis)
- Varices
- Hipertensión
- Fatiga
- Nerviosismo
- Alergias
- Adicciones
- Problemas emocionales
Como conclusión se podría decir que con shiatsu no sólo
se obtienen alivios sintomáticos sino que te ayuda a
obtener una visión más global de uno mismo y
herramientas para poder tener una vida más fluida, plena
y satisfactoria.
José Antonio Espeso
Ingeniero de telecomunicación y Terapeuta de shiatsu