GUATEMALA: CARACTERÍSTICAS SOCIOEDUCATIVAS Y CULTURALES
Datos Generales
GeografíaGuatemala es un país del istmo centroamericano, limita al N y al O con México, al E con el territorio de Belice, el mar Caribe y Honduras, al SE con El Salvador y al S con el océano Pacífico. El relieve de Guatemala tiene su origen en el terciario y está formado por mesetas, montañas y volcanes que alternan con profundos valles y depresiones. El conjunto es una prolongación de la Sierra Madre de Chiapas y tiene una doble entrada: la Sierra de Cuchumatanes, al N, entra hasta el valle de Chixoy; se trata de un sistema de rocas sedimentarias que se elevan por encima de los 3 000 m en los Altos Cuchumatanes y alcanza la máxima altura en los 3 800 m del pico Chemal. Al E del Chixoy se extiende el sistema de Verapaz, que sigue el departamento de Izabal y bordea la depresión del lago Izabal (N) para terminar en el golfo de Honduras. Los Montes Mayas son un ramal de la Sierra de Chamá y terminan en el río Belice. La Sierra Madre es el segundo de los ramales en que se prolonga la Sierra Madre de Chiapas; tiene una dirección SE, desde el departamento de San Marcos, cruzando el de Chiquimula hasta adentrarse en Honduras. Las alturas son menores que las del otro eje, con una media de 1 500 m en la Altiplanicie Central, la zona de más alta densidad poblacional de todo el estado. Entre los valles de Chixoy y Polochic (N) y de Motagua (S) se suceden, bordeando el lago de Izabal por el flanco S, hasta el Atlántico, las sierras de Chuacús, las Minas, del Mico, de la Estrella y de San Gil. La Sierra Madre desciende de modo abrupto hasta el Atlántico, después de atravesar el eje volcánico guatemalteco-salvadoreño; en el lado O se encuentran los conos de Tajumulco (4 211 m), Tacaná (4 064 m) y, en el centro, los de Acatenango (3 960 m), Fuego (3 835 m) y Agua (3 752 m). Al pie de esta área volcánica se abre la llanura del Pacífico; el litoral presenta costas rectilíneas. Las condiciones climáticas están determinadas por la latitud y la altitud. En la capital, las temperaturas medias oscilan entre los 17º y 20ºC. Las tierras calientes, hasta 700 m, registran medias entre 23º y 32ºC en las llanuras costeras y valles fluviales de la vertiente atlántica; las tierras templadas del Altiplano, entre 700 y 1 800 m, tienen medias de 18º a 25ºC; las tierras frías acusan las oscilaciones diurnas y estacionales, con temperaturas medias entre 15º y 25ºC. La pluviosidad es más intensa en el Atlántico, donde actúan los vientos húmedos del Caribe que prolongan la estación húmeda, habitualmente comprendida entre mayo y octubre. Las precipitaciones, del orden de los 4 000 mm anuales, son menos intensas en el Pacífico, donde la estación seca dura más. La vegetación ofrece tres aspectos: tropical de selva húmeda, en las costas, de tierras calientes; la vegetación atlántica, de bosques de maderas preciosas; la sabana, que aparece en zonas del interior; la vegetación semitropical prospera en alturas de hasta 1 800 m, y por encima de ellos crecen las coníferas, encinas y helechos arborescentes. La red hidrográfica presenta dos vertientes: la del Pacífico, de ríos cortos y de poco caudal: hay que señalar el Suchiate, que comparte frontera con México; el Tilapa, Samalá, Madre Vieja, de los Esclavos y Paz, fronterizo con El Salvador, todos ellos inferiores a los 150 km. En la vertiente atlántica desembocan ríos más largos y caudalosos: el Montagua cruza la región central y desemboca en el golfo de Honduras; el Polochic vierte sus aguas en el lagos Izabal; el Usamacinta, por su parte, recibe las aguas del Chixoy y el Pasión. Los lagos son numerosos, destacando el Izabal y el Güija, compartido con El Salvador.
PoblaciónPor lo que se refiere a la población, Guatemala tiene más habitantes que cualquier otro país centroamericano. A lo largo del pasado XX siglo dobló varias veces su población, desde los 1 300 000 hab. hasta los cerca de 9 millones actuales. El 50 % son indígenas puros: destaca el grupo de los mayaquichés, organizados en pequeñas comunidades y dedicados a la agricultura de subsistencia. El 30 % son mestizos y el resto criollos; éstos forman el grupo ladino, representantes de la sociedad urbana. E
Jóvenes indias mayas de Ticán Existe un pequeño núcleo de ascendencia africana, en la zona del Caribe.
La distribución es desigual. La mayor concentración se registra en el Altiplano, donde se localizan los departamentos de Guatemala, Sacatepéquez y Quezaltenango. Guatemala se fundó en 1776, como capital de la Capitanía General, después del terremoto que asoló Antigua Guatemala. Sufrió los terremotos de 1917 y 1918 cuando ya era capital del estado independiente. La ciudad presenta un plano geométrico con edificios de poca altura. Especializada en el sector servicios (comercial y financiero), acoge también la mitad de las industrias. Quezaltenango, la segunda ciudad del país, está situada a orillas del río Samalá y al pie del volcán Santa Mónica. Es centro comercial y financiero y la principal área de producción de café. Escuintla es el tercer núcleo urbano de interés. Se halla dentro del eje volcánico, en el valle de Guacalate. El Petén es el mayor departamento del estado; ocupa el 33 % del territorio. Sin embargo, su índice de población es de los más bajos (5 % de la población). Entre los ss. IV y X, en El Petén floreció la civilización maya, que dejó huellas en Uaxactún, Tikal y Piedras Negras. Es la reserva forestal de Guatemala. Por último, Antigua Guatemala, capital del departamento de Sacatepéquez, fue anteriormente Santiago de los Caballeros de Guatemala. Sede de la Capitanía general (1527), fue destruida por el volcán Agua y reconstruida en 1542 una nueva capital, Santiago, cerca de la que llamaron Ciudad Vieja. Cuando el terremoto de 1773 destruyó Santiago, se construyó Nueva Guatemala, la actual capital, quedando Santiago con el nombre de Antigua Guatemala.
Economíauatemala posee importantes industrias de azúcar, cemento y papel, así como una refinería de petróleo. La base de la economía del país es la agricultura, que ocupa al 52 % de la población activa y proporciona el 25 % de los ingresos del país; el 11 % de la superficie total corresponde a terreno cultivable. El principal producto comercial es el café, cultivado en medianas y grandes plantaciones, situadas en las laderas del O, que reciben cada año a los trabajadores temporeros (cuyas pequeñas explotaciones tienen un rendimiento insuficiente para el mantenimiento de sus familias); la caña de azúcar, el algodón y el banano (6 % de las exportaciones) son otros cultivos industriales, seguidos a distancia por el cacao y el tabaco. E.U.A. posee el monopolio de la producción y comercialización del banano, para cuyo cultivo emplea mano de obra asalariada. La agricultura de subsistencia ocupa a los indígenas que tienen en el maíz, fríjoles, trigo y sorgo sus productos preferentes. Guatemala posee una gran riqueza forestal, especialmente en la zona de El Petén, con maderas de cedro y caoba; en las explotaciones de caucho se obtiene el látex. En lo referente a la ganadería, los pastos permanentes suponen el 9 % del territorio del país. La cabaña se compone de bovinos, porcinos, ovinos y aves de corral. Los excedentes cárnicos se destinan a la exportación. La pesca tiene una incidencia económica mínima y se realiza con métodos primitivos. La minería no proporciona grandes ingresos y éstos derivan de la extracción de petróleo, cobre, zinc, platino, plata, feldespato, estaño, cromo, hierro, titanio y manganeso. La actividad industrial ocupa al 17 % de la población activa y se centra en la transformación de productos agropecuarios. Guatemala posee una refinería de petróleo, una acería, fábricas de cemento y textiles. La economía depende en exceso de las oscilaciones de precios del mercado internacional, como reflejo del colonialismo económico derivado de un sistema de libre mercado sin control. La industrialización está lejos de su punto óptimo, pues su desarrollo obedeció a impulsos relacionados con las exportaciones. Después de la Segunda Guerra Mundial, Latinoamérica trató de crear una industria autosuficiente. Guatemala presenta uno de los índices de pobreza más elevados de la región, con una mayoría de población por debajo de los niveles de subsistencia. La burguesía es propietaria de las pequeñas industrias nacionales mientras que las de mayor tamaño pertenecen a compañías estadounidenses. En lo que se refiere al comercio exterior, la economía guatemalteca está volcada a las exportaciones: E.U.A. es el primer cliente y proveedor, seguido de Japón, la UE y el Mercado Común Centroamericano. Los principales productos exportados son café, algodón, carne, bananas y petróleo. En cuanto a los transportes, la red de carreteras es algo superior a los 18 000 km. La Empresa estatal de Ferrocarriles de Guatemala comparte con algunas compañías privadas el suministro de transporte ferroviario. La Autopista Panamericana pasa por Quezaltenango, eje de comunicaciones entre la costa del Pacífico y la capital, Guatemala, que es, por su parte, el eje de comunicaciones del país. En los puertos de Santo Tomás de Castilla, Puerto Barrios y Matías de Gálvez, en el Atlántico, tiene lugar el grueso del transporte marítimo. En el Pacífico destacan Puerto Quetzal y Champerico. Los aeropuertos de Guatemala y El Petén están abiertos al tráfico internacional.
HistoriaGuatemala formó parte, con El Salvador, Honduras, Belice, Yucatán y Chiapas, de la civilización maya, desde el 3000 a C hasta la llegada de los europeos. Existían varios territorios independientes en el momento de la conquista española. Desde el s. XI la llegada de pueblos del área mexicana propició la formación de una nueva civilización maya, la quiché. La conquista española, al mando de Hernán Cortés, tuvo su inicio en 1523 y concluyó a principios del s. XIX, cuando los españoles pudieron hacer frente a la resistencia concentrada en El Petén. En 1524 se fundó la primera capital española, Iximché (hoy Tecpán), y se trasladó a Ciudad Vieja; más tarde a Santiago de los Caballeros de Guatemala (hoy Antigua Guatemala), cuya jurisdicción dependía del virreinato de Nueva España. La colonización se caracterizó por la dureza de los métodos y el aislamiento de la metrópoli. Las encomiendas guatemaltecas sirvieron de punto de partida de expediciones hacia Chile y Perú, lo que significó el abandono de más del 70 % de los españoles que habitaban Santiago. Las relaciones económicas con los indígenas establecían que éstos conservaran parte de sus tierras, cuyo producto servía para pagar a los órganos de poder («alcaldes de indios», párrocos, etc.). La Iglesia acrecentó su influencia en la defensa de los indios, en la que destacó fray Bartolomé de las Casas, obispo de Chiapas. Guatemala fue diócesis (1534), luego Audiencia (1543) y arzobispado en 1743. Diferentes órdenes religiosas desempeñaron un significado papel civilizador: introducción de la imprenta y del cultivo de trigo y hasta se ocuparon de las gestiones de índole comercial, si bien lo más relevante fue el monopolio del crédito, hasta el s. XIX. La riqueza de las encomiendas estaba vinculada al añil y el cacao, productos de exportación. El s. XVIII fue el despertar político y de la polarización de propuestas político-económicas que emanaban de las sociedades de Cosecheros de Añil, defensores del librecambismo, y el Real Consulado de Guatemala, adalides del proteccionismo. Al terremoto de 1773 le sucedió un período de enriquecimiento ligado a la reconstrucción de la capital. El negocio del textil estuvo en auge hasta la invasión de los tejidos británicos, que se vio favorecida por la tendencia librecambista. La presencia británica en el territorio de Belice, que se convertiría en foco de contrabando, no hizo más que agravar la situación económica de Guatemala. Entre 1808 y 1820 se sucedieron las rebeliones de campesinos indígenas, artesanos, oficiales de baja graduación y presbíteros criollos, lo que finalmente derivaría hacia la proclamación de la independencia, en 1921. Los mayores beneficiarios de la nueva situación fueron el estamento militar y los miembros de la Real Sociedad de Cosecheros. La decisión de anexionarse al imperio mexicano era el punto medio entre la independencia absoluta, querida por los liberales, y la dependencia de la metrópolis, que interesaba a los reformistas. El clero, la aristocracia y la clase acomodada se manifestaron partidarios de la dominación española. Guatemala se incorporó a la confederación de Provincias Unidas de Centroamérica, donde no faltaron enfrentamientos entre liberales y la oligarquía. Mantuvo el llamado habilitamiento que hacía obligatorio el trabajo del indio. En 1829, después de la guerra civil que ocupó la capital con tropas de otras provincias, la jerarquía religiosa, que había instigado el enfrentamiento, vio confiscados sus bienes. Entre 1829 y 1839 se aplicaron medidas de reforma agraria, como la absolución de baldíos, realengos y comunales, así como la carga de impuestos que gravaban a las clases populares, medidas que engendraron un movimiento hostil contrario al gobierno. En 1838, Rafael Carrera entró en la capital. Un año después, Guatemala se separó de la Confederación de Provincias Unidas. En 1847 se promulgó la constitución que sustituía la de 1824 y a la de la República de Guatemala. Carreras, que gobernó desde 1839 hasta 1865 de modo dictatorial, promovió la reconciliación con la Iglesia mediante concesiones económicas y entregándole el monopolio de la enseñanza. La economía mejoró y la moneda, el peso carrereño, se estabilizó en paridad con el dólar. A la muerte de Carreras, los liberales (J. Rufino Barrios, M. García Granados) trataron de expulsar del poder a los gubernamentales. En 1872 García Granados alcanzó la presidencia, cargo que mantuvo hasta 1873, fecha en que la Asamblea Constituyente designó al general Barrios como presidente. Durante su mandato, de talante dictatorial, llevó a cabo importantes medidas legislativas y en lo económico favoreció a las clases privilegiadas mediante una serie de concesiones que, a la larga, ahondaron las diferencias sociales; además, debido al ineficaz sistema fiscal, forzó al gobierno a endeudarse con préstamos ruinosos para financiar las guerras contra El Salvador y Honduras. El mandato de M. Estrada Cabrera (1898-1920) estuvo a merced de las presiones de los bancos, que obtuvieron permiso para emitir moneda sin respaldo metálico, dando lugar a peligrosas fluctuaciones cambiarias. A este período corresponde la primera intervención estadounidense en la zona. En 1921, Guatemala, El Salvador y Honduras formaron una Confederación que la primera abandonaría un año después. El general J. Ubico gobernó de 1921 a 1944, fecha en que dimitió en respuesta a la presión ejercida por los estudiantes y militares disconformes con su gestión (revoluciones de octubre). En diciembre de 1944, las elecciones dieron el triunfo a Juan José Arévalo, quien inauguró un período reformista que continuó J. Arbenz Guzmán (1951-1954), del Partido de Acción Revolucionaria, hasta la intervención del sector derechista del ejército, encabezado por C. Castillo Armas. El pretexto fue erradicar las tendencias comunistas, pero el motivo de fondo eran las expropiaciones de las propiedades estadounidenses llevadas a cabo por Arévalo. La CIA financió el golpe de Castillo Armas, quien impuso un régimen policiaco y suspendió dichas expropiaciones, obteniendo a cambio un impuesto del 30 % sobre los beneficios de las plantaciones. La constitución de 1956 restituyó los derechos suprimidos en 1871. A Castillo Armas, asesinado en 1957, siguió el gobierno de L.A. González y del general M. Idígoras Fuentes. En 1962 Guatemala firmó, junto a Honduras, El Salvador y Nicaragua, el Tratado de Integración Económica Centroamericana. Tras un nuevo golpe de estado en 1963, el coronel E. Peralta preparó el camino a una presidencia civil con la participación de cuatro partidos, convocando elecciones en 1966 que ganó J.C. Méndez Montenegro. Durante su gobierno proliferaron las acciones de grupos terroristas de tendencia trotskista y comunista, reunidos en las Fuerzas Armadas Revolucionarias, acciones que fueron contestadas por grupos ultraderechistas. En las elecciones de 1970 triunfó la coalición derechista del Movimiento de Liberación Nacional con el Partido Institucional Democrático. Cuatro años después, bajo acusaciones de fraude, ganó K. Laugelud García a la oposición del democristiano E. Ríos Montt. En 1976 un terremoto afectó a todo el país, causando más de 20 000 muertos y dejando sin hogar a un millón de personas. En 1977 las negociaciones con Gran Bretaña por la independencia de Belice fueron causa de violencia terrorista. Todos estos factores crearon un clima de agitación en las elecciones de 1978, de las que salieron vencedores los candidatos de la coalición derechista, generales F. Romeo Lucas y F. Villagrán Kramer. Entre 1978 y 1982 murieron asesinadas varias figuras de la política nacional, entre ellos el ex-vicepresidente E. Cáceres y el líder del Frente Unido Revolucionario, J. Jiménez Cajas. En un año, de julio de 1978 a junio de 1979, se cometieron más de 1 300 asesinatos políticos. Las elecciones de 1982 llevaron al poder al candidato del nuevo grupo de centroderecha, general. A. Aníbal Guevara (Frente Democrático Popular); los candidatos derrotados reclamaron la anulación de las elecciones. En marzo, un sector del ejército, liderado por el general. E. Ríos Montt, provocó un golpe militar incruento con el propósito de restaurar la democracia. En junio, Ríos Montt disolvió la junta para asumir en solitario la presidencia y el mando militar, pero en agosto de 1983 el mismo ejército le apartó del poder, en respuesta a sus propuestas de atajar la corrupción e impulsar reformas económicas, imponiendo en su lugar a O.H. Mejía, quien manifestó la intención de preparar el paso a un gobierno de civiles. En 1984 se celebraron nuevas elecciones, con 17 partidos aspirantes a la Asamblea Constituyente. Se redactó una ley básica, siguiendo el patrón de la de 1965, aprobada en 1985. El Partido Demócrata Cristiano ganó por una estrecha mayoría llevando al poder a Cerezo Arévalo, primer presidente civil desde 1970. La acción de las guerrillas (Fuerzas Armadas Rebeldes y Movimiento 13 de Noviembre) alcanzó a las ciudades. En 1981 los principales movimientos se unificaron en el grupo llamado Unidad Revolucionaria Nacional de Guatemala, al que el gobierno pretendió neutralizar organizando patrullas de defensa civil, integradas por un millón de hombres. Los rebeldes trataron de formar un pasillo entre Guatemala y la frontera mexicana, pero el gobierno logró reducir la operatividad guerrillera. En 1986 el presidente Cerezo manifestó la voluntad de iniciar negociaciones, que tuvieron una primera fase de tanteo en las conversaciones de Madrid, en 1987. El ejército continuó ostentando el poder desde la retaguardia, como quedó demostrado al obligar a cancelar la reunión que debía celebrarse en Costa Rica en busca de un acuerdo de paz con las guerrillas. En 1991, el candidato del Movimiento de Acción Solidaria, Jorge Serrano Elías, ganó las elecciones para liderar un gobierno que debía enfrentarse a los problemas de una economía en permanente precariedad, las dificultades derivadas de los abusos militares, las negociaciones con la guerrilla (obstaculizadas por la exigencia del ejército de mantener conversaciones sólo después del abandono de las armas) y el problema reciente y de mayor gravedad, el narcotráfico. La cuestión de los desaparecidos --203 desaparecidos y 304 personas asesinadas por los escuadrones de la muerte-- provocó la suspensión de la ayuda americana, que exigió la investigación de los abusos militares. En las últimas negociaciones con la guerrilla (1992) ésta dio a conocer sus exigencias: mayor participación de civiles en los asuntos nacionales, protección de los derechos de los pueblos indígenas, repoblación de las comunidades deshechas por la guerra, reformas socioeconómicas y reformas constitucionales. Las relaciones exteriores de Guatemala estuvieron determinadas en los últimos años por el conflicto sobre el territorio de Belice, independiente desde 1981, motivo de enfrentamiento diplomático con el Reino Unido, lo que exigió la intervención del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El gobierno de Cerezo Arévalo intentó una política de conciliación con la reanudación de relaciones diplomáticas en 1986, si bien en 1990 volvieron a plantearse conflictos por este tema. En mayo de 1993 el presidente Serrano dio un autogolpe asumiendo todos los poderes y suspendiendo la Constitución, para evitar ser procesado por corrupción. Ante la falta de apoyo del ejército y la presión internacional, Serrano renunció a su cargo y Ramiro de León Carpio fue votado por el Congreso nuevo presidente del país. En las elecciones de agosto de 1994, el partido derechista Frente Republicano Guatamalteco (FRG), liderado por el general Efraín Ríos Mont, se impuso holgadamente con el 32 % de los votos. La elevadísima abstención -79 %- indica el grado de desvertebración social que todavía sufre este país.
CulturaLa Literatura La literatura guatemalteca de tradición hispánica tuvo un arranque tardío. En el s. XVII destaca la obra de fray Diego Sáenz Ovécuri (Tomasiada, 1677); en el XVIII adquirieron renombre R. García Goyena y fray Matías de Córdoba. En las primeras décadas del siglo se difundió el periódico La gaceta de Guatemala (1729). José Batres Montúfar escribió los primeros versos de tono nacionalista (Tradiciones de Guatemala) en los mismos años en que daba a conocer sus escritos el libelista Antonio José de Irisarri. El romanticismo tuvo una plasmación literaria tardía, a través de los poemas del español Fernando Velarde, admirador de Víctor Hugo, para culminar en Domingo Estrada, que fue también traductor. José Milla y Vidaurre fue la figura eminente de la literatura decimonónica. El modernismo conoció la influencia directa de Rubén Darío en el poeta y novelista Máximo Soto Hall y en E. Gómez Carrillo, autor de crónicas periodísticas. Introdujeron notas psicológicas en la concepción del personaje los novelistas R. Arévalo Martínez, Flavio Herrera y C. Wyls Ospina, que combinaron esta tarea con su producción poética, caracterizada por la búsqueda vanguardista, dentro de una corriente de transición desde el modernismo. La novela realista, representada por C. Samayoa Chinchilla, se vio enriquecida por elementos de la mitología indígena. Miguel Ángel Asturias, premio Nobel en 1967, abrió camino al reconocimiento de un estilo que también cultivaron, en forma de relato, M. Monteforte Toledo, A. Monterroso y Guillermo Noriega Morales, entre otros.
Arte Los estudiosos distinguen tres períodos en la evolución del arte de la cultura maya: el llamado preclásico, anterior al s. III, está representado por pirámides coronadas por templos, localizado en las zonas arqueológicas de Tikal, Uaxactún, Piedras Negras y Quiriguá. Del período clásico se conservan restos arquitectónicos, ciudades fortificadas y pirámides; se localizan en las tierras altas, Kaminaljuyú, Mixcoviejo, Zaculeu y Chutixtiox. El período posclásico revela la influencia mexicana, notable en las esculturas. La conquista española aportó el estilo mudéjar; en Antigua se conservan vestigios (Ayuntamiento, Capitanía) de edificios que destruyó el terremoto de 1773. Uno de los monumentos claves de la ciudad, fechado en torno a 1750, es la Iglesia de la Merced. José de Porres (1638-1703) dejó su nombre ligado a la ciudad de Antigua. De Porres es el autor de la fachada de Santa Teresa; su obra expresa un gusto manierista en la evocación de edificios andaluces. Diego de Porres dejó huellas de su creatividad en la primera mitad del siglo XVIII; fue el introductor de una nueva concepción plástica de las paredes: a partir del terremoto, los muros de las iglesias ganaron en espesor, cuyo efecto sería compensado con una mayor riqueza decorativa, a fin de imprimir sensación de ligereza. José Manuel Ramírez dominó la segunda mitad del siglo; es el autor de la Universidad de Antigua, reconocida por sus claustros de pilares macizos. Arquitectura típica en la ciudad de Antigua La escultura recogió la influencia del barroco en la producción de Alonso de Paz, Antonón de Roda y Juan de Aguirre. La pintura no fue ajena a las enseñanzas de Murillo y Zurbarán (Antonio de Montúfar, hermanos Lendo). Durante el siglo XIX tuvo relevancia la escultura conmemorativa en el género de retrato. En el s. XX, Guatemala se abrió a la influencia vanguardista europea, realizando una simbiosis con el sustrato indígena (escultura de Rodolfo Galeotti Torres; R. González Gorry). En pintura, Carlos Valentí y Rafael Rodríguez recogieron la influencia impresionista. La figura sobresaliente es Carlos Mérida, pintor de composiciones llenas de dinamismo.
Música Es notable la influencia del sustrato precolombino en las danzas guatemaltecas. La influencia española es también patente, según revelan las recopilaciones folclóricas, en los nombres y formas de las danzas: de la conquista; Rabinal-Achí; El venado; El torito. Los instrumentos característicos del país son la chirimía, que forma dúo con el tun o tunkul; la ocarina, el tzijolaj y el gojom. Fray Juan Zambrano introdujo la música europea. En el s. XVIII se creó una escuela de música religiosa que tuvo como figuras destacadas a F. Aragón y a J.T. Guzmán. El s. XIX fue el del renacimiento musical, particularmente de la música religiosa. Eulalio Samoyoa inició el repertorio sinfónico guatemalteco. Lorenzo Morales es el autor de la obertura La Santa María (1898). A la generación formada en Europa pertenecen J. González y Víctor Manuel Figueroa. El estudio del folclore interesó a Luis Felipe Arias. Dentro del llamado nacionalismo musical descuellan Jesús Castillo, compositor de dos óperas, Quiché Virak (1924) y Nieté; Franz Ippish, autor de la Sinfonía guatemalteca (1941), y Raúl Paniagua, que buscó inspiración en la música maya. La producción actual mantiene el interés en las raíces precolombinas, en ocasiones combinadas con las tendencias más innovadoras (F. Seliézer, Salvador Ley; J. Orellana). José Castañeda, musicólogo y compositor de vanguardia, es una de las más recientes figuras musicales.
|
||||||||||||||||||||||||||||||
INICIO |
INTRODUCCIÓN |
ESTUDIO POR PAÍSES |
HOMOLOGACIÓN |
CUESTIONES |
REFERENCIAS
|