Al leer en nuestra propia lengua, leemos por
diversas razones y de diversas maneras. A veces
leemos con el motivo de encontrar información
muy específica (tablas de horarios, guías de
televisión), a veces leemos por curiosidad
general, echando una vista rápida al texto
(periódicos, revistas), y otras veces leemos
simplemente por el placer de leer (poesía,
novelas). Hay veces que leemos de todas estas
formas a la vez.
Cuando los alumnos comienzan a leer lecturas
graduadas, es importante que intentemos recrear,
en la medida de lo posible, aquellas estrategias
y motivaciones que surgen al leer en nuestra
propia lengua, para que la lectura en el idioma
extranjero se disfrute y sea provechosa.
Ejercicios y actividades pueden motivar la
lectura del alumno. Estos ejercicios pueden dar
al alumno una razón por la cual leer, y pueden
incitarle a utilizar aquellas estrategias
lectoras que utilizaría instintivamente si
leyera en su lengua materna.