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LA BIBLIOTECA DE CLASE -PÁGINA 7

Si disponemos de suficiente tiempo en nuestras clases podemos dedicar un tiempo a la semana a la lectura silenciosa o de forma alternativa se puede hacer en casa. También pueden leer sus libros aquellos estudiantes que están esperando a que otros terminen su trabajo, así no pierden ese precioso tiempo. Dedicar 30 minutos de la clase a la semana para la lectura puede marcar la diferencia sobre todo en aquellos alumnos que no pueden o quieren leer en casa. También podemos usar este tiempo para ayudar a elegir nuevos libros, para comentar de forma individual con cada alumno sobre el libro que están leyendo (si mostramos interés auténtico sobre lo que están leyendo verán que la lectura es una parte importante del curso de idioma) por último nosotros también podemos aprovechar para leer los mismos libros que ellos están leyendo y así predicamos con el ejemplo.

No recomiendo que se les pida a los alumnos que lean en voz alta ya que esto puede ser contraproducente. El alumno puede perder confianza ya que puede ser consciente de sus faltas en pronunciación y en velocidad lectora. Y los alumnos que están escuchando se implicarán más en coger errores que en seguir el tema y el disfrute de todos de la historia puede verse afectado. Es mejor que de vez en cuando el profesor lea en voz alta a la clase una pasaje de la historia. De esta manera proporcionaremos a nuestros alumnos un modelo a seguir en pronunciación.

Lo que a menudo ocurre con muchas bibliotecas de clase es que todos los estudiantes empiezan con una buena motivación pero al final del año escolar sólo unos pocos están todavía leyendo. Es nuestro trabajo mantener la motivación haciendo actividades de forma regular a través del curso. De esta manera siempre se les está recordando a los alumnos que la biblioteca está para ser usada.

Podemos pedirles a los alumnos que ya han leído un libro que expresen sus opiniones a toda la clase. Una forma muy efectiva de motivarles es pedirles que traduzcan una lectura a dibujos y sacar los mejores en las VÍDEO-LECTURAS (Ver capítulo del mismo nombre). Pero quizás la forma más importante de mantener viva la biblioteca de clase es que el profesor muestre interés por ella a lo largo del curso.

 
© COPYRIGHT FRANCISCO GÓMEZ GONZÁLEZ