Es muy útil mantener un registro de
todos los libros leídos por nuestros
alumnos y así podremos pasar este
registro a los profesores de los
cursos superiores constituyendo una
fuente de información valiosa sobre
los intereses y progreso de nuestros
alumnos.
Las lecturas pueden ser clasificadas
de acuerdo con el nivel lingüístico
o por contenidos. Debemos de
utilizar el conocimiento que tenemos
sobre la capacidad y nivel de
nuestros alumnos para establecer una
relación entre los códigos basados
en niveles lingüísticos establecidos
por los distintos editores y
nuestras necesidades específicas.
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